Morelia, 23 de octubre de 2017.- “Estoy muy conmovido y emocionado”, dijo el reconocido cineasta húngaro Béla Tarr, quien recibió la Medalla de la Filmoteca de la UNAM como reconocimiento por su larga trayectoria y por ser fuente de inspiración para jóvenes cineastas, durante la jornada del lunes del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
La medalla, entregada por la directora del encuentro fílmico, Daniela Michel, al invitado especial del FICM, fue antes de la proyección de su película El caballo de Turín (2010).
Lo especial de esta medalla, además de la importancia del personaje al que se le entrega, es que está hecha en 99.9 por ciento con plata pura, extraída durante el proceso de revelado, restauración y rescate de películas dentro de los laboratorios de la Filmoteca de la UNAM.
La directora general de Actividades Cinematográficas y Filmoteca de la UNAM, Guadalupe Ferrer, se refirió a Béla Tarr como un “gran humanista del cine contemporáneo que a través de su lenguaje, ritmo y mirada propios enfatiza la dignidad de las personas y sumerge al espectador en los rostros y las emociones de sus personajes”.
Hoy martes se cumplen 40 años del día en que por primera vez se proyectó su primera película, Nido familiar (1977); es además el aniversario 30 del primer día de filmación de La condena (1987) y el vigésimo aniversario del primer día de filmación de Las armonías de Werckmeister (2000). “Hoy en la noche toca que me entreguen esta medalla. La verdad es que me sigo sintiendo muy confundido, estaba yo por ahí a las 4 de la mañana caminando, pensando todo esto, y me sentí muy emocionado. Quiero decirles que, a través de lo que he hecho, he querido compartir con ustedes el dolor y la alegría y todo lo que vemos ocurrir ante nosotros”, concluyó.
Durante el evento también se develó la butaca con su nombre. El director aprovechó para agradecer a Daniela Michel, Guadalupe Ferrer y su amigo Fred Kelemen, quien se encontraba presente en la sala.
Béla Tarr ya había sido invitado especial del FICM en 2011, cuando, con una retrospectiva presentada por la Cineteca Nacional, incluyó el estreno en México de El caballo de Turín.
El cineasta nació en 1955 en Pécs, Hungría. Comenzó su carrera como director amateur y posteriormente trabajó en Balázs Béla Stúdió, el taller de cine experimental más importante en su país, donde debutó como director de largometrajes.
En 2003, fundó TT Filmműhely, un taller de cine independiente, del cual fue director hasta 2011. Fue académico y profesor en Film.factory, la Escuela Internacional de Cine de Sarajevo, la cual fundó en 2012.
Actualmente es presidente de la Asociación de Cineastas Húngaros, miembro de la Academia Széchenyi de Artes y Literatura. Ha recibido el Premio Kossuth, el reconocimiento más prestigioso para artistas húngaros, y el Premio Balázs Béla, el cual reconoce a los mejores directores en Hungría, entre otros importantes galardones nacionales e internacionales.
Sus películas La condena (1987), Sátántangó (1994), Armonías de Werckmeister (2000), El hombre de Londres (2007) y El caballo de Turín (2010) son esenciales en la historia del cine.
Nota: Redacción/ Foto: @moreliafilmfest (Facebook)
