La actriz italiana participa con su colega estadunidense Rose McGowan en la marcha Ni Una Menos, en Roma, donde pide que no se apague “la llama encendida” por el #MeToo, el movimiento contra las violaciones y el acoso, en el contexto de las protestas del Día Internacional de la Mujer. En Estados Unidos exigen retirarle el Oscar al basquetbolista Kobe Bryant, por el caso de agresión sexual contra una joven de 19 años en 2003
Texto: EFE y Apro/ Foto: EFE
Roma, Italia, 9 de marzo de 2018. Son dos de las trabajadoras y actrices que denunciaron a Harvey Weinstein por acoso sexual y laboral. Las trataron de locas, de conflictivas y de mentirosas. Hasta que se fueron sumando otras voces y otras denuncias, que terminaron con la carrera del productor de Hollywood e impulsaron movimientos como el Time’s Up y #MeToo.
Las actrices Rose McGowan y Asia Argento participaron ayer en Roma en la marcha Ni Una Menos, junto a cientos de mujeres, que llenaron la Plaza Vittorio,
Argento, también directora de cine y televisión, ha reclamado en el Parlamento Europeo que se haga justicia para ella y decenas de mujeres víctimas de violación o acoso sexual por parte del ex productor estadunidense Harvey Weinstein. “Lo que quiero es justicia, y la justicia la hacen los hombres y no Dios. No le perdono”, dijo Argento en la Eurocámara, donde estuvo invitada a la clausura del seminario El empoderamiento de las mujeres y niñas en los medios de comunicación e internet: clave para el futuro, celebrado con motivo del Día de la Mujer, que se conmemoró ayer jueves.
Hija del icónico director italiano Dario Argento, Asia fue la primera en denunciar oficialmente, el 10 de octubre de 2017, la violación de la que fue víctima 17 años antes, cuando sólo tenía 21, por parte del todopoderoso cofundador de Miramax y The Weinstein Company.
“Fui la primera que dio permiso al diario The New Yorker a citarme por mi nombre, otras me siguieron. Y cuando se supo que más de 100 habíamos sido víctimas de violación o ataques sexuales se nos empezó a creer”, recordó la artista y activista italiana.
Denunció que “ese tipejo sigue por ahí en libertad, y se dice que está en una clínica de desintoxicación, pero la verdad es que se lo está pasando bien en un balneario. Harvey Weinstein es un depredador sexual. No creo que haya un tratamiento” para él, dijo una contundente Argento, quien se definió como “una superviviente de abusos sexuales”, que ha protagonizado “algo que no es para los que se arrugan fácilmente”.
Los abusos sexuales son una lacra que, en su opinión, está en correlación con el “abuso de poder que tienen los hombres”, por eso, dijo, “a todas nos puede ocurrir lo que me ha ocurrido a mí”.
Enfrentarse a esa traumática experiencia arropada por la “solidaridad femenina” de las integrantes del movimiento #MeToo (“Yo también”, surgida en 2006 en Estados Unidos, pero popularizada por Argento en 2017) “fue una suerte. Yo me estoy curando gracias a la lucha de otras mujeres, gracias al movimiento feminista, gracias a sus elogios”, se sinceró, visiblemente emocionada, tras relatar su calvario de estas dos últimas décadas: ocultando la violación y los abusos, sufriendo depresiones y luego el linchamiento mediático en Italia cuando denunció públicamente “al monstruo”, en alusión a Weinstein.
Un comportamiento que “no es aislado”, por lo que la realizadora italiana anima a otras a denunciar “lo que les ocurrió o les está ocurriendo” para que las carreras profesionales de los depredadores sexuales en el mundo del cine y en otros “se vengan abajo”.
“El movimiento #MeToo es un vector de fuerza para que las mujeres hablen, se las escuche y se las crea”, insistió.
Argento, que ayer se manifestó en Roma en la marcha por el Día de la Mujer, lanzó un llamamiento a los medios de comunicación y a la sociedad en general “para que la llama encendida por el #MeToo no se apague y contribuya a conseguir una sociedad más igualitaria y respetuosa con los derechos de las mujeres”.
Reúnen en redes sociales 16 mil firmas contra el Oscar a Kobe Bryant
Usuarios de las redes sociales promueven una petición a la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas (AMPAS, en inglés) para retirarle el Oscar otorgado al basquetbolista estadunidense Kobe Bryant, luego de que fuera acusado de violación y abuso sexual por una joven de 19 años en 2003.
La solicitud ya sobrepasa las 16 mil firmas en contra de Bryant, tercer máximo anotador de la historia de la NBA y ganador de cinco anillos.
El domingo pasado, Kobe ganó la estatuilla por Mejor Cronometraje Animado Dear Basquetball, producción que narra su trayectoria como jugador de la NBA.
Sin embargo, la ex estrella de baloncesto enfrenta ahora el reclamo de los usuarios:
“Los Oscar evitan nominar a depredadores sexuales para premios”, se consigna en la petición.
“Woody Allen y James Franco no obtuvieron nada. Pero Kobe Bryant, quien fue acusado de una horrible agresión sexual, fue nominado”, refiere otra petición.
El cortometraje que le valió el Oscar a Kobe narra la carta que escribió a The Player’s Tribune, en la que el escolta de Los Ángeles Lakers anuncia su retiro, en 2015.
“Me alegra que hagamos un poco más que eso. Gracias por este increíble honor”, dijo Bryant apenas subió al escenario a recibir el reconocimiento, que se ha vuelto un reclamo en las redes.
En 90 años de historia de los Oscar jamás prosperó una denuncia de esta naturaleza.
En 2003, Kobe negó el encuentro con su acusadora, una empleada de un hotel en Colorado. Pero después se retractó y admitió que él y la víctima sostuvieron relaciones sexuales consensuales.
El jugador aseguró que no habían mantenido relaciones sexuales, hasta que los policías le dijeron que se habían extraído restos de su ADN de los genitales de la joven, quien además presentaba heridas compatibles con un abuso sexual. Entonces, confesó: tuvieron relaciones sexuales y “ella dijo no”. Hasta tres veces repitió que la joven no quería acostarse con él. Y que él lo sabía.
Después, la agraviada retiró la denuncia para recurrir a una demanda por la vía civil, misma que resolvió el ex deportista en términos que no se dieron a conocer.
