Reclama el obispo Rangel que no haya información sobre el caso de los dos curas asesinados

El arzobispo González dice a turistas que espera que en su visita a Acapulco tengan descanso y tranquilidad

Reclama el obispo Rangel que no haya
información sobre los dos sacerdotes asesinados

También demanda al presidente Enrique Peña Nieto que dé respuesta convincente al informe emitido por la CNDH, cuyo balance de 2017 fue negativo, porque prevalecieron los binomios de inseguridad y violencia, impunidad y corrupción, así como desigualdad y pobreza.

Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jesús Eduardo Guerrero
Chilpancingo, Guerrero. El obispo Salvador Rangel Mendoza reclamó anoche a las autoridades del estado que se dé información de las investigaciones del asesinato de los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes, asesinados el 5 de febrero pasado cerca de Taxco.
Dijo que en la reunión que tuvieron él y el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González, con el gobernador Héctor Astudillo Flores y el vicefiscal José Bonilla, el 9 de febrero, éstos se comprometieron a mantenerlos informados, pero que ya va para dos meses que no les han dicho cómo van las investigaciones.
También demandó al presidente Enrique Peña Nieto que dé respuesta convincente al informe emitido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), cuyo balance de 2017 fue negativo, porque prevalecieron los binomios de inseguridad y violencia, impunidad y corrupción, así como desigualdad y pobreza.
Al respecto, el prelado dijo que el presidente Peña Nieto contestó que se ha avanzado en materia de derechos humanos, pero para el obispo esa no es una respuesta que convence ni deja satisfecho y lo conminó a responder con resultados.
Rangel Mendoza respondió a preguntas de los reporteros anoche, después de la ceremonia conocida como Lavatorio de Pies, que se escenifica cada Jueves Santo para recrear el gesto que, según el Evangelio, tuvo Jesús en el Cenáculo de Jerusalén con sus discípulos durante la última cena, horas antes de ser crucificado. La ceremonia religiosa se realizó a las 5 de la tarde, en la plaza Primer Congreso de Anáhuac.
Al término de la liturgia, en entrevista con reporteros, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, lamentó que en plena Semana Santa se sigan cometiendo crímenes. En referencia a los dos que ocurrieron durante el día en Chilpancingo. Incluso, antes, durante su homilía en la plaza Primer Congreso de Anáhuac, dijo que él alcanzó a ver a uno de los asesinados.
Después, a pregunta del reportero, recordó que él hizo una petición a toda la diócesis para que no hubiera más violencia, “pero desgraciadamente hay gente que no tiene temor de Dios, ni temor de las personas. Van buscando solamente sus propios intereses, sus propios egoísmos y, desgraciadamente, quitan la vida al prójimo”, declaró en el curato de la iglesia de la Asunción de María.
Añadió que se está quebrantando el mandamiento de los cristianos que dice: “No matarás”, e insistió en que la gran tarea de los tres órdenes de gobierno es procurar la seguridad de la ciudadanía.
En seguida, sin pregunta de por medio, recordó que el 9 de febrero él y el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González, se entrevistaron con el gobernador Héctor Astudillo y el vicefiscal José Bonilla, quienes les dieron un informe de las investigaciones de los asesinatos de los sacerdotes Muñiz García y Añorve Jaimes.
“Nos dijeron que nos iban a estar informando de cómo iba el proceso de la indagatoria, pero del 9 de febrero ya pasamos marzo y ya vamos a entrar a abril y oficialmente no nos han dado ningún reporte”, se quejó el obispo.
“Yo quiero hacer hincapié en que un asesinato cubre el otro, y así vamos amontonando muertitos, pero no se aclara bien la situación de todos esos asesinatos”, dijo.
Declaró que como Iglesia, los obispos, sacerdotes, religiosas y laicos “exigimos que haya una clarificación de estos asesinatos; el de los sacerdotes y el de otras personas, creo que es de justicia pedirlo”.
El obispo añadió que “respetuosamente estamos esperando una respuesta del gobierno, aunque ya hay otras versiones de que no se quiere actuar, pero nosotros exigimos eso. Estamos, de una manera paciente y prudente, esperando que se aclare el asesinato de los sacerdotes, porque es muy importante. Un sacerdote es un sembrador de valores y nos hacen falta estos dos sacerdotes”.
Reclamó que “por lo menos que nos digan cómo va la investigación” y reveló que en la reunión les dijeron que ya había avances, “incluso nos mostraron a los personajes que actuaron en estos asesinatos”.
Reveló que les dijeron que ya los tenían identificados y localizados, “nomás que nosotros prometimos no hablar de esto para no entorpecer la investigación, pero de eso cuánto hace ya, casi dos meses, y todavía no ha llegado a nosotros la información”, protestó.
Salvador Rangel añadió que si se quiere la paz y la tranquilidad, “dicen que el buen juez por su casa empieza, y Dios quiera que nos den una explicación de lo que está pasando en Guerrero. Que nos informen de los asesinatos, de los secuestros, de los levantones, yo quisiera una respuesta”, insistió.
El obispo declaró que a pesar de este escenario de violencia que se vive en Guerrero, la Iglesia ha hecho un llamado para que las personas participen en la campaña electoral.
“Creo que es la gran arma democrática que tenemos los ciudadanos para poder mejorar la situación en México, y una vez más yo hago esta exhortación a que todos nosotros participemos en esta campaña, con un voto libre, secreto y bien razonado”.
Sin embargo, reconoció que existe el riesgo de que los ciudadanos se equivoquen y elijan a autoridades vinculadas con el crimen organizado, “ese riesgo lo tenemos, y no únicamente la gente. Hay grandes sindicatos que obligan a votar por ciertos candidatos y eso no es democracia, el voto tiene que ser libre, consciente y razonado”.
El obispo dijo que las personas deben participar en las campañas, incluso en lugares como Chilapa, “que es una de las ciudades mártires de México y de Guerrero”.
Contó que él experimenta en esa ciudad el miedo que tiene la gente, “yo estoy yendo con frecuencia a Chilapa y a mí también me da miedo estar allí, pero con el miedo no vamos a conseguir gran cosa, tenemos que sacudirnos ese miedo y es aquí donde la Iglesia puede cooperar”.
Insistió que en Chilapa de nada ha servido la presencia de miles de soldados, la Policía Federal y la estatal, “no ha mejorado la situación y se debe cambiar la estrategia, es mucho mejor una fuerte campaña de inteligencia para buscar a estos criminales, en vez de invertir en soldados, ya se ha dicho que se sabe quiénes son y dónde están, sólo que hay tantos intereses que no se quiere actuar contra ellos”.
El obispo también se refirió a los asesinatos de las mujeres como “algo terrible que está pasando”, porque añadió que el ciudadano se va “deshumanizando, la persona humana no sabe apreciar la vida, no sabe defenderla y simplemente no la respeta. Claro que estamos en contra de los asesinatos de mujeres y de una manera particular, de las mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos”.
Que responda Peña Nieto
Con respecto al informe de la CNDH que se dio a conocer el miércoles y que, de acuerdo con el presidente Luis Raúl González Pérez, fue negativo porque prevalecieron los binomios de inseguridad y violencia, impunidad y corrupción, así como desigualdad y pobreza, Rangel Mendoza declaró que el presidente debe dar una respuesta convincente.
“El ombudsman le dijo claramente y en la cara al presidente que 2017 fue uno de los peores desde hace 20 años. Habló de los tres binomios que se han dado en México (inseguridad y violencia, impunidad y corrupción, y desigualdad y pobreza) “y yo me sumo a este llamado de los derechos humanos y ojalá que el gobierno verdaderamente dé una respuesta a toda esta situación, porque ellos son gobierno, ellos tienen la obligación de guardar y custodiar a la ciudadanía”, declaró.
Añadió que la respuesta del presidente fue en el sentido de que “estamos mejorando en la cuestión de los derechos humanos, no lo dudo, pero no dio respuesta satisfactoria a lo que se le preguntó sobre derechos humanos”.
(En la imagen: El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza (al centro) a su entrada a la Iglesia de la Asunción de María, luego de terminar la misa que ofreciera en la plaza Primer Congreso de Anáhuac en Chilpancingo, y en la cual hiciera la representación de la ultima cena de Jesús con sus apóstoles. Foto: Jesús Eduardo Guerrero)

Espera que en su visita tengan descanso y tranquilidad, dice el arzobispo a turistas

Oficia Leopoldo González la misa de la Última Cena y el Lavatorios de pies en la Catedral del Zócalo

Texto: Karina Contreras / Foto: Jesús Trigo
Acapulco, Guerrero. Al oficiar la misa de la Última Cena y el Lavatorios de pies ante una Catedral llena, el arzobispo Leopoldo González Gonzalez pidió que nunca la posición e influencia sea fuente de temor para otras personas ni sea amenaza para nadie, pues Dios dio ese don para ayudar.
En una misa que inició a las 6 de la tarde en la Catedral del Zócalo, se vio a varios turistas a los que el arzobispo los saludó con especial afecto y les dijo que esperaba que su estancia en el puerto les permita el descanso, la tranquilidad, que recuperen las fuerzas, y volver a sus hogares llevando también la bendición y gracias del Señor, pues “ninguna persona debe regresar a su casa sin la bendición de Dios”.
Durante la misa, el arzobispo explicó lo que significaba ese pasaje de la Biblia en el que Jesús cenó con sus apóstoles y les lavó los pies, antes de ser entregado, pues “resume la vida de Jesús de llegar a este mundo a servir no ser servido”.
Dijo que los que tienen una posición e influencia están para ayudar. “Aquello en lo que somos superiores, en lo que somos más fuertes y tenemos ventaja sobre los demás, es en lo que nosotros debemos tender la mano”.
Leopoldo González agregó que uno en su posición es el medio para esas personas y que Jesús ha dado el ejemplo de servir, por lo que pidió que nunca “nuestra posición e influencia sea una fuente de de temor para otra persona, sea amenaza para alguien, es un don que hemos recibido para ayudar”.
El arzobispo lavó los pies a 12 personas de la comunidad religiosa, como lo hiciera Jesús a sus discípulos antes de ser entregado para ser crucificado. En la misa se vio a la candidata a senadora por la coalición Por México al Frente, conformado por el PRD-PAN-MC, Beatriz Mojica.