El líder de la agrupación de civiles armados, Daniel Adame, recrimina que las autoridades estatales y federales no hicieron nada mientras la UPOEG operó en esa comunidad, a pesar de que conocían sus abusos. Reta a Ernesto Gallardo y a Bruno Plácido, “a enfrentar la justicia federal y veamos quién es el delincuente”.
Xaltianguis, Acapulco, 10 de mayo de 2019. La Base de Operaciones Mixtas (BOM) que activó la Mesa por la Seguridad Estatal para la Construcción de la Paz en Guerrero opera a la par que los grupos de civiles armados en el corredor de Xaltianguis, en el Acapulco rural, en la cabecera municipal de Juan R. Escudero, Tierra Colorada y en comunidades del valle del Ocotito pertenecientes a Chilpancingo.
El grupo de Los Dumbos está en Xaltianguis, donde hace tres días, apoyado por el Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero, sacó a balazos a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) de la población, con un saldo de tres muertos y cuatro heridos.
Eso detonó la operación coordinada de autoridades de seguridad pública, no obstante que las acciones de violencia vienen ocurriendo hace varios meses.
En este corredor de la carretera federal México-Acapulco también opera el Frente Unido para la Seguridad del Estado de Guerrero (FUSDEG) en Tierra Colorada, que colabora con el ayuntamiento de Juan R. Escudero, así como la UPOEG que mantiene presencia en Mohoneras y El Ocotito.
Las acciones de seguridad en las localidades, siguen a cargo de los grupos ciudadanos armados.
La BOM, integrada por soldado del Ejército y de la Marina Armada, policías estatales y del municipio de Acapulco tiene presencia en las orillas de las poblaciones rurales, para evitar que los grupos de ciudadanos porten armas de uso exclusivo del Ejército, que agredan a otros civiles o bloqueen las vías de comunicación, según el primer comunicado.
Regresó el líder de Los Dumbos
El líder del grupo de civiles armados en Xaltianguis conocido como Los Dumbos, Daniel Adame, desplazado por la UPOEG, informó que la seguridad interna está a cargo de la población.
Explicó que la fuerza pública se mantiene en las orillas de Xaltianguis para brindar seguridad, al parecer ante la posibilidad de que vuelva la UPOEG, “dentro del pueblo lo que haga falta lo vamos a poner nosotros, porque si el gobierno quiere incursionar en el pueblo se me alborota el transportista, se me alborota la ciudadanía porque se maneja que el gobierno nos quiere desarmar y que están coludidos con esos delincuentes, ese es el temor que la gente tiene”.
Reconoció que no tienen autorización para usar armas de alto calibre. Confirmó que sí tienen armas prohibidas, “porque a ese maleante no lo iba a sacar de aquí con flores ni con escopetas de un tiro”. Dijo sobre los hechos del miércoles cuando echaron al comandante de la Policía Ciudadana de la UPOEG, Ernesto Gallardo Grande.
Añadió que respeta a las autoridades estatales, “nosotros tenemos que andar, en ese sentido, mesurados con la cuestión de las armas, con la cuestión del grupo policiaco que tenemos en el pueblo”.
Subrayó que no puede renunciar a la autodefensa porque “aquí estamos defendiendo nuestra vida, nuestra integridad, nuestra vida no la vamos a depositar en manos de alguien (las autoridades) que una y otra vez nos ha quedado mal”.
Aclaró que no le consta pero muchas personas de Xaltianguis dicen que el gobernador Héctor Astudillo Flores protege a la UPOEG, y pidió la oportunidad para hablar con el ejecutivo de frente, “porque mi pueblo ya ha sido muy atropellado y por un personaje que todo el pueblo dice que él lo protege”, en alusión a Gallardo y al líder de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio.
Denunció que Gallardo usaba hasta helicópteros en Xaltianguis, “hasta donde yo entiendo no tiene que ver nada que ver con el gobierno federal ni con el municipio. Si al gobernador le interesa mi pueblo tiene que aclarar por qué las acciones… porque sucede que este delincuente mueve helicópteros y demás”.
Los civiles armados de Xaltianguis se observan en alerta, en la población actividades parecen haber vuelto a la normalidad. Los comercios están abiertos y funcionando.
Aunque las escuelas suspendieron labores hasta el 20 de mayo una activista dijo que los maestros en reunión decidieron dar clases después de la fiesta del pueblo en honor a San Isidro Labrador, junto a lo días de asueto por las festividades del 10 y 15 mayo.
El Profe, como también llaman a Daniel Adame, recriminó que las autoridades estatales y federales no hicieran nada mientras la UPOEG operó en Xaltianguis, a pesar de que también conocían sus abusos.
Llegaron cuando la UPOEG estaba fuera.
Explicó que no había necesidad de que llamaran a las autoridades que están obligadas a dar garantías, “no se de trata de invitarlos, ellos deben regular el orden y no sucedió”.
Lamentó que durante ese tiempo él fue señalado como “el maleante, el que robaba gasolina, el que tenía un león que comía gente”, después de 40 años viviendo en Xaltianguis, de donde su papá es oriundo, y por personas ajenas al pueblo.
Adelantó que los medios que apoyaron el desprestigio del que fue objeto tendrán que hacerse responsables de sus afirmaciones.
Un apelativo familiar
Daniel Adame aclaró que siendo muy joven su papá Felipe Adame García, después de que una vez se cortó pelo comenzaron a llamarlo El Dumbo, “no por mañoso”. Sus hijos también fueron conocidos así por la población y a eso se debe el sobrenombre del grupo.
Estudio matemáticas, fundó las organizaciones del transporte urbano en Xaltianguis desde hace 20 años, ha participado en sindicatos de transporte pesado, se ha dedicado a la venta de grava y arena, y tiene una gasera, informó.
Antes, la UPOEG reveló el decomiso de cocodrilos, venados y de un león en la casa de la familia Adame, la señaló de robo de combustible a Pemex, y de la explosión del un coche bomba cerca de la comandancia de la UPOEG el 3 de abril.
Ahora el líder de Los Dumbos retó a Ernesto Gallardo y a Bruno Plácido, “a enfrentar la justicia federal y veamos quién es el delincuente, que evalúen nuestras acciones y no haya amparos para esas lacras, que vienen, matan, roban saquean y nadie dice nada”.
Dijo que cuando recién llegó la UPOEG a Xaltianguis, “teníamos la ilusión de que habría policía, resulta que nos encontramos que era un grupo de delincuentes, cuando la gente no estuvo de acuerdo ellos decidieron quedarse y al que no estaba de acuerdo lo mataban”.
Confirmó que tiene un león, “todavía lo tengo, sí hubo para comprarlo con todos los permisos, el animal salió caro. Esa comercialización es para su procreación”.
Agregó que fueron muchas mentiras de crímenes que le imputaron, y ahora sólo espera vivir con tranquilidad y en orden.
Confirmó que en asamblea iban a preguntar a los vecinos si quieren participar como policías comunitarios, “si aceptan muy bien, y si no van a ser protegidos y respetados”.
Aceptó que no es policía, pero necesita que lo defiendan, “si no hay quien lo haga pues lo voy a hacer yo. Hay mucha gente preocupada en el pueblo. No vamos a arreglar un sistema, no vamos a resolver los problemas que el gobierno trae quién sabe desde cuándo, o si está ligado con delincuentes. Lo que sí queremos hacer ahorita es que en Xaltianguis la gente que quiera vivir en paz sean respetados”.
Denunció que la UPOEG le robó carros nuevos, que dijo que eran robados pero en lugar de devolverlos a los dueños los usaba para sus recorridos, y estimó un total de daños por 7 millones de pesos.
Luego se fue de la comunidad dos meses, desde el 4 de marzo, cuando Gallardo Grande tomó en control de la población.
“Tuve que sacar a mi gente por seguridad, porque este delincuente las quería matar. Él decía que no podíamos entrar, después de habernos saqueado y robado… se hubieran asegurado de habernos matado, esa burla no se le hace nadie”, advirtió.
Texto: Lourdes Chávez / Foto: Jesús Eduardo Guerrero
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