Arturo Martínez Núñez
El pasado miércoles 17 el gobernador Héctor Astudillo Flores, pronuncio un mensaje relativo a su tercer informe de gobierno ante el pleno del Congreso del Estado.
Héctor Astudillo cumplió en tiempo y forma con lo que dispone el marco legal de Guerrero, acudió al Congreso y escuchó las posturas de los siete partidos representados en éste, y posteriormente hizo un recuento de lo que para su gobierno fueron las acciones más importantes en este tercer año, que marca la mitad del periodo constitucional.
Más allá del cumplimiento de la ley, que se celebra y se saluda, es importante que los guerrerenses avancemos hacia un sistema de rendición de cuentas más democrático, más republicano, más transparente y de cara la población.
La ley señala que si el gobernador acude al Congreso, sus secretarios de despacho pueden no hacerlo, sin embargo el gobernador Astudillo ofreció que sus secretarios irían al Congreso a profundizar en los temas y a resolver las dudas que hubiere.
En la fracción de Morena creemos que es importante que esta rendición de cuentas se realice ante el pleno y no solamente en comisiones, que sea el pleno el que escuche el mensaje y lo que tengan que decir los secretarios del gobernador, que reciban las dudas, que haya debate, que se intercambien ideas, siempre en el marco del respeto y del acuerdo parlamentario.
El único ganador en este ejercicio republicano sería el pueblo de Guerrero, no se trata de protagonismos fuera de tiempo, ni de linchamientos en tribuna. Se trata de que el gobierno defienda sus acciones, explique sus resultados y resuelva las dudas que tengan los legisladores, que somos, por voluntad del voto popular, los representantes del pueblo de Guerrero.
Es necesario modificar la ley para que la rendición de cuentas se convierta en una norma y no en algo extraordinario ni en una graciosa concesión.
En los regímenes parlamentarios los primeros ministros acuden cada semana o cada quince días, según sea el caso, a lo que se denominan sesiones de control, en donde debaten por varias horas todos lo temas que los distintos grupos parlamentarios plantean y no estamos hablando de secretarios de despacho, sino del primer ministro en persona.
Que nadie se sienta ofendido, que nadie se sienta atacado, la rendición de cuentas es y debe de ser una divisa democrática, una divisa del Estado moderno que tanto pregonan los que se dicen seguidores de José Francisco Ruiz Massieu; la rendición de cuentas puede ser una gran oportunidad para que honren al que muchos consideran su maestro, para que lo honren con hechos y no solamente con discursos en las ceremonias alusivas a su vida y obra.
El acto republicano de rendición de cuentas no debe ser únicamente un hecho forzado dispuesto por la ley, que les comprometa a comparecer ante el Poder Legislativo. Debe de ser un acto totalmente informativo, de acercamiento a la gente, que permita también a todos los sectores evaluar y dimensionar la serie de acciones reales que han sido implementadas por el gobierno en turno y que evidentemente repercuten en beneficios directos para los gobernados, que no se convierta únicamente en un acto mediático de imágenes especiales diseñadas para anuncios espectaculares que sólo buscan ensalzar los eventos que son obligación del Estado realizar.
Que la transparencia del uso de los recursos públicos que se destinan a esas acciones concretas también puedan ser del dominio público, que permitan conocer cada peso y centavo que se invierte en la transformación de nuestro entorno y en mejorar la calidad de vida de los guerrerenses. Que no sea sólo una bandera utilizada en discursos y autopromociones políticas.
Que el compromiso continúe siendo con y para la gente, tal como lo hemos dicho en campaña, porque es el pueblo en todos sus sectores y representaciones, el que debe ser el único beneficiado de cada una de las decisiones tomadas y ejecutadas.
