Las agresiones denunciadas por periodistas críticos con Ortega han recibido la condena de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y de la organización PEN Internacional, que han instado al Gobierno a respetar la libertad de prensa y el derecho a la información.
Managua/París, 5 de diciembre de 2018. La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) advirtió hoy sobre el peligro de una “extinción progresiva” de la libertad de prensa en Nicaragua, debido a “la tendencia autoritaria” del Gobierno de Daniel Ortega y sus “ataques graves” a medios y periodistas independientes.
La preocupación de RSF se plasma en un comunicado emitido este miércoles en París bajo el título “La libertad de prensa, en gran peligro en Nicaragua. Un fin de año negro para los periodistas independientes”.
“Reporteros sin Fronteras denuncia la tendencia autoritaria del Gobierno de Daniel Ortega y alerta sobre el riesgo de que la libertad de prensa se extinga de manera progresiva en el país”, señaló el informe al denunciar “detenciones arbitrarias, actos de violencia, amenazas de muerte (y) espionaje” contra periodistas.
Destacó que “la represión de las autoridades de Nicaragua contra la oposición política y las voces disidentes no ha disminuido desde abril de 2018” y que la Policía no sólo obstruye a la prensa, sino que “ahora emprenden directamente acciones violentas contra los periodistas que consideran demasiado críticos con el Gobierno”.
RSF documenta algunos casos recientes denunciados por conocidos comunicadores y dueños de medios, como Miguel Mora, director del canal 100% Noticias, que ha sido detenido y amenazado de muerte por policías e incluso acusado en la Fiscalía por delitos graves.
También menciona la detención durante seis días del editorialista de La Prensa, Luis Sánchez, las amenazas al comentarista Jaime Arellano y el acoso sufrido por Carlos Salinas, editor del portal “Confidencial” y corresponsal del diario español El País, entre otros casos.
RSF denuncia “la censura y los intentos de desestabilización” de varios canales de televisión independientes que han sido sacados del aire sin explicación y cuya señal ha sido suspendida, así como el acoso y ataques policiales a las instalaciones de las radios “Darío” y Mi Voz” en la provincia de León (oeste), se indicó.
“El trabajo de la prensa independiente es fundamental para alertar sobre la feroz represión y el control casi total que ejerce la familia Ortega en el país. […] La caza de las voces disidentes es intolerable y constituye una grave amenaza para la libertad de prensa”, dijo Emmanuel Colombié, director del Despacho América Latina de RSF, citado en el mismo documento.
Las agresiones denunciadas por periodistas críticos con Ortega han recibido la condena de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y de la organización PEN Internacional, que han instado al Gobierno a respetar la libertad de prensa y el derecho a la información.
Esta situación se agravó tras la crisis que se inició en abril con protestas estudiantiles contra Ortega, donde la violenta acción de la Policía y paramilitares dejó hasta 545 muertos y 4 mil heridos, según ONG de derechos humanos, aunque el Gobierno sólo reconoce 200 muertos.
Texto y foto: DPA
Managua/París, 5 de diciembre de 2018. La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) advirtió hoy sobre el peligro de una “extinción progresiva” de la libertad de prensa en Nicaragua, debido a “la tendencia autoritaria” del Gobierno de Daniel Ortega y sus “ataques graves” a medios y periodistas independientes.
La preocupación de RSF se plasma en un comunicado emitido este miércoles en París bajo el título “La libertad de prensa, en gran peligro en Nicaragua. Un fin de año negro para los periodistas independientes”.
“Reporteros sin Fronteras denuncia la tendencia autoritaria del Gobierno de Daniel Ortega y alerta sobre el riesgo de que la libertad de prensa se extinga de manera progresiva en el país”, señaló el informe al denunciar “detenciones arbitrarias, actos de violencia, amenazas de muerte (y) espionaje” contra periodistas.
Destacó que “la represión de las autoridades de Nicaragua contra la oposición política y las voces disidentes no ha disminuido desde abril de 2018” y que la Policía no sólo obstruye a la prensa, sino que “ahora emprenden directamente acciones violentas contra los periodistas que consideran demasiado críticos con el Gobierno”.
RSF documenta algunos casos recientes denunciados por conocidos comunicadores y dueños de medios, como Miguel Mora, director del canal 100% Noticias, que ha sido detenido y amenazado de muerte por policías e incluso acusado en la Fiscalía por delitos graves.
También menciona la detención durante seis días del editorialista de La Prensa, Luis Sánchez, las amenazas al comentarista Jaime Arellano y el acoso sufrido por Carlos Salinas, editor del portal “Confidencial” y corresponsal del diario español El País, entre otros casos.
RSF denuncia “la censura y los intentos de desestabilización” de varios canales de televisión independientes que han sido sacados del aire sin explicación y cuya señal ha sido suspendida, así como el acoso y ataques policiales a las instalaciones de las radios “Darío” y Mi Voz” en la provincia de León (oeste), se indicó.
“El trabajo de la prensa independiente es fundamental para alertar sobre la feroz represión y el control casi total que ejerce la familia Ortega en el país. […] La caza de las voces disidentes es intolerable y constituye una grave amenaza para la libertad de prensa”, dijo Emmanuel Colombié, director del Despacho América Latina de RSF, citado en el mismo documento.
Las agresiones denunciadas por periodistas críticos con Ortega han recibido la condena de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y de la organización PEN Internacional, que han instado al Gobierno a respetar la libertad de prensa y el derecho a la información.
Esta situación se agravó tras la crisis que se inició en abril con protestas estudiantiles contra Ortega, donde la violenta acción de la Policía y paramilitares dejó hasta 545 muertos y 4 mil heridos, según ONG de derechos humanos, aunque el Gobierno sólo reconoce 200 muertos.
Texto y foto: DPA