Algunos no acuden porque dicen que no es obligatorio y otros preguntan “¿no me voy a morir?”. Autoridades consideran que falta información sobre la epidemia de Covid-19 y que es más fuerte la desinformación en redes sociales. En la campaña de vacunación para los de 18 años en adelante en ocho días se había vacunado a 600 personas de las 4 mil 700 proyectadas
Cochoapa el Grande, Guerrero, 29 de julio de 2021. En el municipio na’ savi de Cochoapa el Grande la resistencia a vacunarse contra el Covid 19 es por miedo a morirse a corto plazo, supuesta esterilización a los jóvenes, que se les infecte con algo o dicen simplemente que no están obligados a hacerlo.
En la campaña de vacunación para aplicarse a la población de 18 años en adelante que inició el martes 20 de la semana pasada, ayer apenas se habían vacunado cerca de 600 personas de las 4 mil 700 que se tenían proyectadas.
Las autoridades de salud y las municipales coincidieron en que la población tiene miedo a la reacción de la vacuna por lo que se publica en las redes sociales de Internet, donde la desinformación es más fuerte, tanto que una de las preguntas de quienes decidieron vacunarse es ¿no me voy a morir?
Además ahora ya no obligan a las familias a acudir a los servicios de salud a cambio del cobro de un apoyo económico que era uno de los requisitos del programa Prospera, comprobar asistencias a pláticas, esquemas de vacunación completo, entre otros “ahora dicen que nadie los obliga ni les paga”.
En las cifras de la pandemia del 2020 al 28 de julio de 2021 de la Secretaría de Salud Guerrero, Cochoapa el Grande presenta el número más bajo de contagios de los 19 municipios de la Montaña, con cinco positivos sin defunciones. El más alto es Tlapa con 997 positivos y 114 defunciones.
Las cifras de Cochoapa el Grande
El municipio de Cochoapa el Grande tuvo sus primeros casos al inicio de la pandemia en 2020 en la comunidad de Llano Perdido, en la parte de Chilixtlahuaca del municipio de Metlatónoc, y ayer tenían cinco casos positivos registrados, informó el jefe de la Jurisdicción Sanitaria 04 Marcelino Milán Rosete, además de que no tenían registrados decesos.
No descartó que hubiera decesos y contagios no contabilizados porque la población no reporta ni acude a los centros de salud del municipio.
Desde el inicio de la vacunación de Covid en febrero en Cochoapa las cifras han sido bajas, y en esta jornada que se abrió hasta los 18 años en adelante se evidenció más, en los siete días de aplicación llevaban un 7 por ciento de las más de 4 mil dosis enviadas, las que tenían como meta, aunque para que se hablara de que la población estaba cubierta eran más de 9 mil, según el delegado Iván Hernández Díaz.
Por qué no se vacunan
La presidenta municipal de Cochoapa, Edith López Rivera reconoció que la renuencia de la población a vacunarse es mucha ante la desinformación que hay en redes sociales y que va de boca en boca a las comunidades lejanas, pero que no es sólo de Covid 19, “de por sí hay resistencia a las vacunas de todo tipo”, mencionó la también médica que antes de ser alcaldesa trabajaba en el centro de salud de la cabecera.
Mencionó que es un tema de educación y de costumbres ante el rezago sistemático en todos los sectores, sobre todo en salud, sólo cuentan con tres centros de salud en todo su territorio que es amplio y disperso.
Desde que entró el gobierno de Andrés López Obrador quitaron el programa de Caravanas de Salud que atendía a varias comunidades con médicos, enfermera y medicamentos, al menos cada mes.
Ahora está sólo el IMSS que no cubre las comunidades.
Aunado a eso se sumó la desaparición del programa Prospera que una de sus vertientes era la salud, y con el cual las familias se veían obligadas a acudir a las citas médicas, mejorar la alimentación y que fueran a la escuela, “ahora ya no, esas acciones preventivas no existen”.
Como alcaldesa y como trabajadora de la salud consideró que ese programa ayudaba para que las familias dieran seguimiento a su salud, aunque muchas dijeran que eran obligadas a hacerlo o condicionadas para que pudieran recibir su apoyo económico.
“Ahora al invitarlas a vacunarse, dicen que ya nadie las obliga, que lo harán si quieren porque ya nadie les paga”, lamentó.
Milán Rosete coincidió con la presidenta municipal en que falta información sobre temas de salud, no sólo de vacunas porque hay monolingüismo, analfabetismo y se debe repetir una y otra vez, de preferencia en la lengua materna.
Además Cochoapa tiene su población muy dispersa para atenderse, la geografía es difícil y los caminos se vuelven intransitables en temporada de lluvias.
Además varias familias están fuera porque se fueron de jornaleros.
La encargada del módulo de vacunación reiteró que se necesita más orientación, concientización a las familias porque la resistencia a acudir a los centros de salud es mucha, sobre todo en acciones de prevención.
Y que hay resistencia a las vacunas “ni a los niños quieren vacunar, dicen que el gobierno infecta las vacunas, que no sirven, por ejemplo, con la de tuberculosis no quisieron, y ahora la del Covid más renuentes se volvieron”.
Agregó que con la del Covid les dicen que no se vacunarán porque con ellas buscan esterilizar a los jóvenes para que no tengan hijos.
Entre sus argumentos les dicen que ahora ya no es obligatorio vacunarse porque ya no reciben dinero, “entonces no me voy a vacunar”, eso es porque dentro del programa Prospera era requisito acudir a citas de control al centro de salud y vacunarse para recibir el apoyo económico para las familias.
Las cifras bajas de contagio
Tanto las autoridades de salud como las municipales coincidieron en que los factores de dispersión población para atender a los na’ savi es a la vez una fortaleza que ha reducido los contagios de Covid porque no salen mucho y no tienen contacto.
Así como de su alimentación basada en quelites o hierbas, el uso de las plantas medicinales y sobre todo el baño de temazcal, que dicen les sirve para atacar diversas enfermedades en los partos.
El riesgo es de aquellos que han migrado y vuelvan a su comunidad después de los más de seis meses ausentes.
Las brigadas tampoco son exitosas
Personal de Salud que atiende el módulo fijo de vacunación en el auditorio de la cabecera contó que la asistencia era poca durante los horarios de 7:00 de la mañana a 9:00 de la noche en que se han quedado.
Les enviaron 4 mil 700 vacunas del 20 al 25, el fin de semana aplicaron 470 y el lunes 80 por lo que sumaban 550. Debían esperar que se reunieran más de 10 para poder abrir el frasco porque no se puede guardar.
Dijo que las mujeres son las que más se vacunan.
Mencionó que desde esos días empezaron con brigadas a las comunidades más lejanas, de la parte baja, donde se llevan más de tres a cuatro horas para llegar, en este tiempo de lluvias, como Arroyo Prieto, El Coyul, Río Encajonado y Dos Ríos donde apenas reunieron la cifra requerida.
En otras zonas de la parte alta como Cahuañaña, Yozondacua y San Rafael que es la comunidad que más se vacunó.
Dijo que lo hicieron porque nadie subía de las comunidades y cuando van se acompañan de traductores na’ savi.
Llegan poco a poco
En la entrada del auditorio personal de Salud del Ayuntamiento y del Bienestar recibieron a las personas, desde lejos preguntaban si iban a vacunarse, los animaban a que no había mucha gente y a quien pasaba le daban gel.
En el interior, el lunes en la segunda semana de vacunación ese espacio se veía inmenso ante unas mesas de recepción de documentos y de aplicación de la vacuna. Unas 10 personas estaban en las sillas, ya en los 30 minutos de observación.
Ahí el personal a cargo de la vacunación explicó que ahora esperaban a que se reunieran otras 10 personas para abrir el frasco que contiene 10 dosis para que no quedara, aunque era temprano y confiaban en que en el transcurso del día lo hicieran.
Este lunes se vacunaron más de 40, porque se anunció que iban autoridades con quien se hizo una reunión y se les invitó a ponérsela, algunos accedieron aunque luego llevaran su documentación.
Uno de ellos fue el presidente del comisariado de los Bienes Comunales de Cochoapa, Alfonso Primo González.
Una joven de 21 años que se aplicó la vacuna comentó que era la última que faltaba de su familia de cuatro, y que lo hacía para no enfermarse.
Mencionó que lo dudaba por lo que llega a ver en redes sociales y eso la asustaba, pero también que la gente se enferma y algunos mueren por lo que mejor fue a ponérsela “a ver qué pasa después”.
Otro señor que pasó antes que ella, de unos 40 años inició la plática con un ¡ay! Al decir que había sangrado, que le dolía, pero era para que no se enfermara y que también llevaba dudas por lo que se comentaba, “no importa si voy a vivir solo otros años y luego a morirme cómo andan diciendo”.
A este personaje se le vio horas más tarde de la aplicación de la vacuna por las calles del pueblo como si nada.
Texto: Carmen González Benicio y Antonia Ramírez/ Foto: Antonia Ramírez Marcelino
