De acuerdo con la Auditoría Superior, al cierre de 2017 se le habían invertido 332.5 millones de dólares, una cantidad superior en 21% al costo que se compró… y no funciona.
Ciudad de México, 25 de febrero de 2019. La planta chatarra de Agro Nitrogenados se ha convertido en un barril sin fondo para Petróleos Mexicanos (Pemex), pues aunque se le han destinado millones de dólares sigue sin funcionar.
De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, al cierre de 2017 se le habían invertido 332.5 millones de dólares, una cantidad superior en 21 por ciento al costo que se compró.
En 2014, el periódico Reforma informó del mal estado en el que se encontraba, pero el entonces director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, lo negó.
En la revisión a la Cuenta Pública 2017, la ASF reportó que Pemex subestimó los costos de rehabilitación de la planta, pues consideró que una buena parte de los equipos eran operables, a pesar de que tenían 30 años de antigüedad y 18 sin ser utilizados. Pero el 80 por ciento de los equipos fue inservible.
Además, Pemex no incluyó el costo que tendría la rehabilitación de otras áreas del complejo que, aunque no forman parte de la maquinaria, son indispensables para la cadena de producción, así como la reparación de la planta de agua tratada, las instalaciones para el suministro de nitrógeno, y los carbonoductos para el suministro de bióxido de carbono.
La planta fue construida a fines de la década de los 70 y perteneció a la entonces paraestatal Fertilizantes Nacionales de México (Fertimex).
Después fue privatizada en 1992 durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y la compró el entonces senador priista y luego director general de Pemex, Rogelio Montemayor Seguy, junto con sus hermanos, a través de la empresa Servicar.
Después en el 2014, el gobierno de Enrique Peña volvió a comprar la planta en 275 millones de dólares y anunció que gastaría otros 475 millones de dólares para rehabilitarla.
Texto: Rolando Herrera / Agencia Reforma
Foto planta Agro Nitrogenados: Agencia Reforma
