Se deterioran los murales de Diego Rivera en la Casa de los Vientos debido al abandono

La última actividad pública en el recinto fue la firma de un convenio de colaboración entre la UNESCO por medio de su representante en México, Nuria Sáenz, y...

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17 octubre,2018 7:16 am
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La última actividad pública en el recinto fue la firma de un convenio de colaboración entre la UNESCO por medio de su representante en México, Nuria Sáenz, y el entonces gobernador Rogelio Ortega Flores, en 2015.
Acapulco, Guerrero, 17 de octubre de 2018. Mientras la Casa de los Vientos se encuentra en desuso desde 2015, el mural de la fachada elaborado por el artista mexicano Diego Rivera se arruina por el abandono al desprenderse las piezas que lo componen.
Dicho mural es además uno de los últimos trabajos realizados por el artista, quien entre los años 1956 y 1957 vivió en el puerto y creó la obra en la fachada de la casa propiedad entonces de la mecenas del arte Dolores Olmedo y actualmente del gobierno del estado.
De hecho el mural, ubicado al frente de la residencia en lo alto del cerro de La Pinzona, en la zona tradicional de Acapulco, son en sí dos divididos por la reja de acceso.
El de la derecha, de unos 20 metros de largo y que dominado por un enorme Tláloc acompañado de la Coatlicue tiene las inscripciones: Exekatl Kali (Casa del Dios del Viento), Tlalokan, en azul, vertical, y paralelamente, Dolores Olmedo, Diego Rivera y los números romanos LVI.
El de la izquierda, de casi 13 metros de largo, y que tiene como figura central a Quetzalcóatl, cuya cola de plumas asciende como un remate florido; a lado, El sapo-Rivera junto a un coyote, Xólotl, el hermano gemelo de Quetzalcóatl.
Ambas partes, inspiradas en la cultura mexica y hechas con pequeñas piedras volcánicas, cantera, azulejos y conchas marinas.

Deterioro de murales del artista Diego Rivera en la Casa de los Vientos, Acapulco, Guerrero

No obstante, una sencilla revisión del mismo, da cuenta de que muchos fragmentos de las piezas con las que está elaborado se han ido desprendiendo y mientras en algunos lugares es apenas perceptible, en otros es muy evidente el deterioro como ocurre precisamente en la imagen del coyote.
Es más, en la parte inferior de la pared, que son unas jardineras, es posible observar decenas de piezas tiradas entre la tierra.
La última actividad pública llevada a cabo en la Casa de Los Vientos, inaugurada como centro cultural en el segundo semestre de 2013, fue la firma de un convenio de colaboración entre la UNESCO por medio de su representante en México, Nuria Sáenz, y el entonces gobernador Rogelio Ortega Flores, en 2015.
Ya para entonces, un olor a humedad, grietas, muebles desnudos y jardines apenas cuidados campeaba el lugar cuyo costo al erario fue de alrededor de 38 millones de pesos.
Actualmente no hay acceso al público a la residencia de 3 mil metros cuadrados y con una superficie construida de 544 metros.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: El Sur
 
 

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