Se ha contenido pero no reducido la violencia, admite AMLO en sus cien días

“La población del país se encuentra en estado de indefensión”, advierte. Ha cumplido 62 de sus 100 compromisos, asegura. Está en proceso de resolverse el caso de Ayotzinapa,...

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12 marzo,2019 6:28 am
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“La población del país se encuentra en estado de indefensión”, advierte. Ha cumplido 62 de sus 100 compromisos, asegura. Está en proceso de resolverse el caso de Ayotzinapa, destaca. Ha sido respetuoso de la autonomía de los poderes y de los gobiernos estatales y municipales, sostiene. No hay ni un asomo de recesión y se crecerá 4%, afirma. “Nunca jamás claudicaré, antes muerto que traidor”, proclama.
Ciudad de México, 12 de marzo de 2019. En los primeros 100 días de gobierno federal, la incidencia delictiva se ha contenido, pero no se ha reducido, reconoció este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador. Consideró que una vez que la Guardia Nacional entre en funcionamiento, el panorama podría cambiar, pues contará con 50 mil elementos desde su arranque.
“El problema de la inseguridad y de la violencia lo vamos a ir enfrentando, como ya dijimos, con justicia, pero también con responsabilidad, organización, perseverancia, inteligencia y coordinación”, dijo.
“En los hechos, la población del país se encuentra en estado de indefensión; esto explica en parte, no es justificación, por qué sólo se ha logrado contener la incidencia delictiva, pero no reducirla significativamente, como lo deseamos”.
López Obrador informó que mientras el promedio diario de homicidios de enero a noviembre de 2018 fue de 91.3, de diciembre de 2018 a marzo de 2019 ha sido de 88.2; y en el caso de robo de vehículos, en los mismos periodos, pasaron de 669 automóviles al día a 636.
Al presentar un informe en Palacio Nacional ante empresarios, gobernadores, militares, miembros del gabinete y familiares, el presidente ofreció un corte de caja de los primeros 100 días de su gestión.
Muchos pendientes, entre las “promesas cumplidas”
El Ejecutivo federal reconoció que quitar todos los privilegios a la alta burocracia y resolver temas polémicos siguen en la agenda de prioridades pendientes.
De los 100 compromisos que hizo López Obrador para los primeros tres meses de su gestión, la Presidencia informó que ha cumplido 62.
Sin embargo, la mayoría de esas promesas cumplidas son enunciativas y de largo alcance. Por ejemplo, el mandatario aseguró que “se logrará el renacimiento de México haciendo realidad el progreso con justicia y una manera de vivir sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza, a la patria y a la humanidad. Promoveremos el bienestar material y el bienestar del alma”.
Para el gobierno, ese compromiso está cumplido con el lanzamiento de programas sociales, que implican apoyos económicos, así como con la promoción del arte, la cultura y el deporte, pero no se especifica qué acciones concretas se efectuaron.
Entre las 38 promesas pendientes están obras de gran impacto, reformas en el Congreso, metas concretas en atención a sectores y puntos del plan de austeridad.
En este último apartado, admitió que está en proceso lograr que no exista “amiguismo, nepotismo e influyentismo, ninguna de esas lacras de la política” en la administración federal.
En estos tres meses se han registrado escándalos por nombramientos de amigos de funcionarios en algunas dependencias, sin tener la preparación o experiencia en el ramo.
La descentralización de secretarías de Estado avanza, apuntó la Presidencia, pues a la fecha ya se inauguraron las oficinas del IMSS en Morelia, Michoacán, y Cultura se trasladó a Tlaxcala.
Están en proceso obras de gran impacto como el Tren Maya, el corredor económico y comercial del Istmo de Tehuantepec, así como resolver la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Se ha iniciado “el proceso de amnistía para dejar en libertad a presos políticos o víctimas de represalias de caciques, funcionarios o gobernantes del antiguo régimen autoritario. Se cancelarán las acusaciones penales fabricadas en contra de activistas y luchadores sociales”, indicó Presidencia. Hasta el momento, 22 presos políticos han salido liberados.
Entre las “promesas cumplidas”, anotó, también está la protección a la diversidad biológica y cultural de México, al no permitir la introducción y el uso de semillas transgénicas.
Sin embargo, el gobierno no ha emitido algún decreto al respecto. Presidencia se limitó a decir que “no hay registro de uso de esas semillas”.
Otro de los compromisos que califica como cumplidos es no permitir ningún proyecto económico, productivo, comercial o turístico que afecte el medio ambiente.
Su justificación es que el 22 de febrero pasado el presidente firmó un acuerdo con la UNESCO para supervisar la calidad del agua en la termoeléctrica de Huexca, Morelos, proyecto que ha generado inconformidad de los ciudadanos, quienes aseguran que impactará severamente en el ecosistema local.
No hay ni asomo de recesión 
El presidente aseguró que “la economía está en marcha, aún crece poco pero no hay ni asomo de recesión, como quisieran nuestros adversarios conservadores o como pronostican con mala fe sus analistas: se van a quedar con las ganas”.
Asimismo, informó que los recursos adicionales para programas sociales este año sobrepasan los 700 mil millones de pesos.
Esto, dijo, producto del ahorro de obras y servicios, pues antes si se pagaban 100 millones de pesos por contrato, ahora será 50 por ciento menos.
Por ello, en ese rubro se ahorrarán unos 200 mil millones de pesos.
En tanto, por el Plan de Austeridad también se ahorrarán otros 200 mil millones. “Dispondremos de una bolsa adicional para lo que se necesite de 700 mil millones de pesos durante el presente año”.
“Creceremos al 4 por ciento”
Aunque la expectativa de crecimiento para este año es menor al 1.7 por ciento, el Ejecutivo federal aseguró que el país crecerá 4 por ciento, pese a los escépticos.
“Acepto el reto”, desafió, pues cuenta con el respaldo de los empresarios. “Vamos a crecer porque habrá promoción para el desarrollo”, expuso al nombrar los proyectos de renovación de vías férreas y puertos en ambas costas del país.
También mencionó que la inversión pública se usará como capital semilla para atraer inversión privada. “Hay confianza entre inversionistas nacionales y extranjeros”, insistió.
“He gobernado sin partido” 
López Obrador afirmó que en estos 100 días de gestión ha actuado sin partido y sin preferencias sindicales.
Sostuvo que no fue necesaria una nueva Constitución, pero sí reformas profundas, entre ellas, mencionó, está lista la de extinción de dominio; tipificar la corrupción como delito grave, y la creación de la Guardia Nacional.
El tabasqueño reconoció que está pendiente la reforma para quitarle el fuero al presidente de la República y la consulta popular.
Reclama incumplimiento de obras
López Obrador recriminó al gobierno de su antecesor Enrique Peña Nieto haber dejado un “cementerio de obras”, muchas de las cuales será difícil concluir.
Pese a ello, dijo, se está armando un plan para terminar esos proyectos de infraestructura en todos los sectores.
Por ejemplo, el Tren México-Toluca, que inicialmente costaría 30 mil millones de pesos, pero se han ejercido 60 mil millones y aún faltan 30 mil millones.
También está el tren de Guadalajara, que pasará de 35 mil millones a 55 mil millones de inversión, aparte de unos 70 hospitales.
“Nosotros no vamos a iniciar ningún proyecto de inversión que no se termine este sexenio”, se comprometió.
Lo mismo sucede, dijo, con la reforma energética, pues a cuatro años de su puesta en marcha se redujo la inversión pública y privada en el sector.
 “Nunca jamás claudicaré, antes muerto que traidor”
 
Sin la parafernalia ni la pasarela de gobiernos anteriores, el presidente Andrés Manuel López Obrador mantuvo el ritual de los informes en Palacio Nacional y ofreció un balance de los primeros 100 días de su administración.
Desde el patio central del recinto, habló de sus logros en el combate a la corrupción, los ahorros por austeridad, los esfuerzos en materia social, el crecimiento de la recaudación, los proyectos prioritarios del sexenio y el gran pendiente de la violencia y la inseguridad.
Acudieron a escucharlo empresarios como Carlos Slim, los líderes del Consejo Mexicano de Negocios y del Consejo Coordinador Empresarial, así como de las cámaras de Comercio y de la Industria de la Transformación.
Durante su discurso, de una hora con 16 minutos, el mandatario fue aplaudido en 23 ocasiones.
“Reitero, reafirmo y refrendo el compromiso de no fallar nunca. Jamás claudicaré, antes muerto que traidor”, sentenció.
Ceremonia austera
 López Obrador expresó su gratitud especial a los empresarios, pero agradeció principalmente a los ciudadanos, quienes lo comprendieron en su lucha contra el robo de combustible e hicieron largas filas para cargar gasolina.
“Ya lo decía Juárez, con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.
Dijo que seguirá construyendo en armonía la Cuarta Transformación, apostando por la reconciliación.
A diferencia de informes en gobiernos anteriores, hasta el Palacio Nacional no llegaron los dirigentes de los partidos ni los eternos líderes sindicales.
No hubo besamanos al presidente ni zona VIP para invitados especiales, comunicadores o estrellas de televisión.
Tampoco se pasearon por el patio los empresarios consentidos del régimen, aunque sí acudieron algunos de los consejeros del presidente como Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, y Carlos Hank González, directivo de Banorte.
Desde la primera hasta la última fila algunos lugares quedaron vacíos, y a la ceremonia arribaron 25 de los 32 gobernadores del país.
Entre los siete ausentes estuvieron el gobernador de Chihuahua, Javier Corral; el de Jalisco, Enrique Alfaro; el de Nuevo León, Jaime Rodríguez El Bronco, e Ignacio Peralta, de Colima.
En la lista de los 600 invitados de Presidencia no figuraron representantes de organizaciones de la sociedad civil, dirigentes sociales ni legisladores de oposición.
Aun así, el tabasqueño agradeció a la pluralidad del Congreso por haber aprobado sus reformas.
“En este proceso hemos contado con el apoyo de legisladoras y legisladores de los todos los partidos. Expreso a todas y a todos ellos mi agradecimiento sincero”, manifestó.
Refrendó el compromiso con sus adversarios, a quienes prometió no espiarlos ni perseguirlos, ni permitir que el Estado sea utilizado para fabricarles delitos.
Respetuoso de libertades y Autonomías
 El informe de los primeros 100 días de López Obrador fue presentando ante los titulares de entidades autónomas como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), cuya labor, presupuesto e independencia han sido abiertamente cuestionados en esta administración.
Ante a Lorenzo Córdova y Francisco Acuña, titulares de ambos institutos, el jefe del Ejecutivo afirmó “en estos poco más de tres meses hemos mantenido una relación de respeto a las autonomías de los otros poderes y a las autoridades estatales y municipales, y esa conducta la mantendremos a lo largo de todo el sexenio”, dijo.
En el estrado, el tabasqueño estuvo acompañado de los representantes del Poder Judicial: el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar; y del Poder Legislativo: los presidentes de las cámaras de Diputados y Senadores, Porfirio Muñoz Ledo y Martí Batres, respectivamente; además de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
En la primera fila, los asientos fueron reservados para la esposa del mandatario, Beatriz Gutiérrez Müller, y su hijo más pequeño, Jesús Ernesto –quien no asistió a la ceremonia–; además de los tres hijos mayores del tabasqueño: Gonzalo, Andrés y José Ramón.
Texto: Érika Hernández, Claudia Guerrero e Isabella González / Agencia Reforma / Foto: Twitter
 

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