Se rinde la Alhóndiga ante el tenor Camarena y la OFA en la clausura del Festival Cervantino

Acompañado de la Orquesta Filarmónica de Acapulco y la soprano Karla Gardeazabal, Camarena provocó bailes espontáneos de pareja con "Perfume de gardenias", se mostró romántico con la "Bachata...

308 0
28 octubre,2019 6:31 am
308 0

Acompañado de la Orquesta Filarmónica de Acapulco y la soprano Karla Gardeazabal, Camarena provocó bailes espontáneos de pareja con Perfume de gardenias, se mostró romántico con la Bachata rosa de Juan Luis Guerra y enamoró con Tres palabras.
Guanajuato, 28 de octubre de 2019. Anhelo cumplido: la Alhóndiga de Granaditas rendida, con un aplauso estentóreo y sincero, ante el tenor Javier Camarena, visiblemente orgulloso y sonriente.
“Siempre soñé con estar aquí y aquí estoy”, había advertido desde que pisó el escenario, al comenzar con la gala de clausura del Festival Internacional Cervantino (FIC), llevada a cabo anoche.
El germen de ese anhelo está en los años formativos del cantante, egresado de la Universidad de Guanajuato y hoy un astro internacional de la ópera.
Donde, todavía como alumno, vio al tenor Fernando de la Mora clausurar un Cervantino, ahora tocó a Camarena presentar arias, zarzuelas y canciones mexicanas.
En franco crescendo para el público del festival, el belcantista comenzó con las arias que lo han llevado a conquistar las casa de ópera del mundo, para después transitar hacia algunas piezas de zarzuela y, finalmente, hacia un repertorio del cancionero popular.
Acompañado de la Orquesta Filarmónica de Acapulco y la soprano Karla Gardeazabal, Camarena provocó bailes espontáneos de pareja con Perfume de gardenias, se mostró romántico con la Bachata rosa de Juan Luis Guerra y enamoró con Tres palabras.
El momento de la noche, no obstante, fue cuando, enfundado en el blazer blanco de rigor, cantó un popurrí de José José con Volcán, Gavilán o paloma, Lo pasado, pasado y El triste, que provocó un coro generalizado y sentido.
Franqueado por el Mariachi Nuevo Tecalitlán, el tenor entonó con “puritito corazón”, a decir suyo, un México lindo y querido, que casi lo hace llorar.
Al rematar la velada con Caminos de Guanajuato y habiendo conquistado la Alhóndiga, el tenor cumplió con su anhelo de años.
Recuerdos de Guanajuato
Un día antes del concierto, Camarena cruza a pie la Plaza de la Paz y no puede dar dos pasos sin ser abordado para firmar un autógrafo o tomarse una selfie. Como pasa con todas las estrellas del mundo, algunos lo conocen y otros no, pero todos quieren una foto.
Va sonriente, desenfadado, con una chamarra ligera de piel y pantalón de mezclilla. Va de la mano de su esposa, recordando.
A pocos pasos de ahí, el astro internacional belcantista, el “príncipe entre tenores” –como lo nombró un crítico del New York Times– fue a su primera ópera con ella, durante un Cervantino.
“Como público, fuimos juntos, aquí al Teatro Juárez. Se estaba presentando Los pescadores de perlas y fue la primera vez que vimos una ópera juntos”, cuenta, con la sonrisa que está reservada para los recuerdos más cálidos.
Para Camarena, Guanajuato es un entramado de recuerdos de una juventud sumida en el estudio, con los escenarios internacionales de las grandes casas de ópera como faros distantes.
Originario de Xalapa, el cantante comenzó sus estudios en la Universidad Veracruzana, hasta que su maestra, Cecilia Perfecto, le dijo que había llegado al límite de lo que podía enseñarle, por lo que tendría que continuar sus estudios en otro sitio.
El destino fue Guanajuato, donde el profesor Juan Hugo Barreiro terminó su instrucción.
“Yo llegué como cualquier otro estudiante que llega aquí a Guanajuato”, relata. “Hay grandes recuerdos, de grandes y maravillosas experiencias, algunas difíciles, pero que son cosas que todos tenemos que ir pasando”.
Por primera vez, Camarena se independizó de su familia. Vivió primero en el barrio de Pastita, después en el callejón del Refugio.
Becado, tenía dos alimentos al día en un comedor por la Parroquia de Belén. Cuando no le alcanzaba para terminar el mes, una señora cerca de su casa le daba fiado en la tienda, deuda que después pagaba con las ganancias por presentarse en misas y bodas.
“Tenía muy claro que quería realizarme como cantante y, a la par, tratar de buscar una carrera internacional. Eso era algo que ya fue muy claro en cuanto yo llegué a Guanajuato”, explica.
Con una carga de 15 materias por semestre, el joven tenor le robaba horas al día para su preparación.
“A pesar de tener todas estas materias, me buscaba el tiempo para estar lo más posible dentro del aula de canto, preparándome con el maestro, preparando repertorio, preparando todo lo que quería presentar en concursos, o en conciertos, o lo que fuera”, rememora.
En muchas de ésas encerronas estudiantiles, de sol a sol, preparó, muy temprano en su carrera, el aria Ah! mes amis, de La hija del regimiento, de Donizetti. La cantó incluso como servicio social.
Este año, 15 después de egresar de la Universidad de Guanajuato, el tenor hizo siete bises de esa misma pieza en la Met de Nueva York. Y hasta hoy, es el único cantante en la historia de esa casa de ópera en repetir piezas en tres producciones consecutivas.
¿Y si el Camarena de hoy le hubiera contado eso al Camarena estudiante? “Le hubiera dicho ‘sí te creo’”, ríe triunfante. “Creo que fue en ese momento, estando aquí en Guanajuato, en los primeros dos años, en los que estaba convencido de que realmente tenía la posibilidad de hacer algo con esta carrera”.
Sonriente, cálido y entrañable en sus memorias, queda claro que Camarena siga siendo el mismo de entonces. Un pedazo de su vida queda en estos callejones empedrados de la memoria, y en su gente, volcada anoche en la Explanada de la Alhóndiga para celebrarlo en el cierre de su máxima fiesta: el Festival Internacional Cervantino.
Sin invitados para 2020
El Festival Internacional Cervantino cerró ayer su edición 47 sin definición del país y estado invitados del año entrante.
Rompiendo con una tradición de administraciones anteriores, el FIC tuvo su conferencia de prensa de cierre sin el anuncio de los convidados de honor, y su directora, Mariana Aymerich, reconoció que todavía no han sido pactados.
“Éste es un trabajo que lleva su tiempito, las negociaciones también, y queremos que el año que entra sea un trabajo orgánico entre el estado, el invitado y el eje temático”, respondió al respecto.
Cuestionada sobre si la falta de definición en los invitados y el eje temático entorpece la logística del festival, Aymerich respondió que ya tienen un avance del 30 por ciento en el listado de artistas del año próximo.
Texto: Francisco Morales V. / Agencia Reforma / Foto: Twitter
Entérate más
https://devtest.suracapulco.mx/2019/10/25/redescubren-en-el-festival-cervantino-la-alegria-por-dibujar/
https://devtest.suracapulco.mx/2019/10/23/brillan-los-matices-de-la-cultura-guerrerense-de-la-mano-de-cuauhtemoc-tavira-serafin-aponte-y-la-ofa/











In this article

Join the Conversation