Semarnat: redefinir la derrota

Andrés Juárez

250 0
7 junio,2019 5:10 am
250 0

Andrés Juárez
Ruta de Fuga
 
La llegada de Víctor Manuel Toledo a la cabeza del sector ambiental, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha funcionado para rescatar a un barco a la deriva y que, por momentos, parecía comenzar a hacer agua viva (agua al barco por todos lados sin control). Ahora hay que darle rumbo, es el momento para ello. Las izquierdas se comenzaban a organizar para exigir al presidente que no olvidara los planteamientos ni la furia que lo llevó al poder, desde el ambientalismo, desde esa fuerza que empujaba hacia lo local. A falta de petardos propios, las derechas comenzaban a utilizar las demandas de las izquierdas para atacar al presidente. Y la capitana del buque, Josefa González Blanco, no atinaba a definir ni siquiera un ritmo de navegación del acorazado.
La derrota en navegación es el rumbo de la embarcación y el doctor Toledo ha llegado a redefinirla. Nadie duda de que el programa de campaña Naturamlo no llegó a cuajar como programa de gobierno. Tampoco queda duda de que el autor de ese programa fue el mismo Toledo. La duda es por qué no fue la primera opción del presidente. Durante la transición se especuló que el nombramiento de González Blanco fue un acuerdo temporal para que al final la cuota por convertir Chiapas de verde a guinda fuera un lugar en el gabinete para un ex gobernador. (El primer gobernador en tomarse la foto con el presidente electo fue Manuel Velasco Coello; y el Senado se estrenó con la operación para que éste pudiera obtener licencia como senador y regresar a ser gobernador lo que faltaba de su sexenio).
En el primer tropiezo de la ex secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, cuando el colmillo de elefante y los aluxes, se filtró que no llegaría al 1 de diciembre y que en cualquier momento Velasco Coello tomaría su lugar. Fue tal el escándalo que hasta el verde senador tuvo que salir a aclarar que no aspiraba a ocupar ese cargo. Casi seis meses después, la propietaria del zoológico Los Aluxes cometió un error que de tan garrafal e ilógico no parecía un error. De nuevo se filtró la llegada de Velasco al gabinete. Esta vez la respuesta fue mucho más estridente. Tirios y troyanos le exigían al presidente que no le concediera un espacio al Partido Verde –el de las tres mentiras, decían, porque ni es verde ni es partido ni es ecologista–, aunque muchos de ellos aplauden y aprueban que se haga alianza con el mismo Partido Verde en elecciones estatales. En fin. Sin que nadie lamentara la salida de la exfuncionaria, se cerraron filas para exigir a un profesional, un especialista. Y se les concedió.
Nadie en su sano juicio puede ponerle un “pero” al doctor Toledo. Salvo aquellos exquisitos que consideran algunas de sus ideas como pensamiento mágico. Por ejemplo, para el divulgador de la ciencia Martín Bonfil Olivera “fue un científico muy respetado que luego se volvió totalmente loco y un fanático del pensamiento mágico pseudo azteca” por escribir “el umbilicus representa un eje que fusiona al kosmos, con el corpus y con la praxis en un sistema de componentes interdependientes que se sintetizan para formar un todo unificado en la mente indígena. La función de este eje es el de una lente: el kosmos participa en las prácticas y es la base del conocimiento. Se impregna de la acción, de la comprensión de la vida y de la divinidad implícita en el cosmos. Es la totalización de las normas de conducta, es la Tierra y la participación humana en la vida práctica relevante para el mito. La interacción en actos pragmáticos engancha al mito o kosmos, mientras que la actividad se acopla a la mítica esfera física de la vida” (ver en http://solae-etnobiologia.com/index.php/biografias/78-dr-victor-manuel-toledo, Toledo y Alarcón, 2012: 12).”
Desde mi incompleta comprensión, el pensamiento y la obra del doctor Toledo está más cerca del pensamiento de Boaventura de Souza Santos y su “sociología de las ausencias y de las emergencias” y de la ecología de saberes que del pensamiento mágico. Desde la investigación, el periodismo, el activismo y hasta de la poesía, Toledo ha intentado hacer visible lo que nadie ve, nombrar lo que se ha arrebatado de nombre e impulsar todo aquello que desde el fondo trata de emerger.
Buena parte del ambientalismo de izquierda se ha alineado para dar la bienvenida a Toledo. Enhorabuenas, loas y vivas para mostrar que nos entusiasma que llegue al centro de la política nacional ambiental un luchador de izquierdas con nombre continental. En un diálogo por el Día Mundial del Medio Ambiente, organizaciones ambientalistas y activistas de vieja data le dijeron al nuevo secretario que sus lineamientos de política ambiental no son solamente necesarios sino urgentes. Ver las expectativas que despierta el relevo, me hace dudar si acaso su misión era detener una avanzada cada vez más clara de oposición desde la izquierda. Y si el ascenso malogrado de Velasco no estaba previsto para hacer ese trabajo sucio necesario para que avancen los proyectos desarrollistas del presidente.
Sin embargo, no es lo mismo entender de polisacáridos y amilopectina del maíz que echar tortillas. Pocas cosas me gustarían más que ver para este país materializados en políticas públicas los pensamientos del doctor Toledo. No será fácil. Tiene en contra, primero, el pensamiento anacrónico del presidente, cuyo petrolisismo y conservadurismo social no permite que emerjan las nuevas tendencias. Y luego, tiene en contra al capital, ese desalmado animal que no deja de babear frente a los aún abundantes recursos disponibles en el país.
Un primer gran acierto de Toledo ha sido definir una agenda de transversalidad para trabajar de la mano de sus aliados, como el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria y la directora del Conacyt. Faltan frentes en Economía para detener la minería y en Energía para oponerse al fracking. Y es un acierto no sólo por la calidad moral de los personajes en esa escena sino porque, ante austeridad y recortes, la Semarnat no tiene más alternativa que empujar para que cada dependencia tenga sus propios proyectos de ambientalismo y de resistencia y de contrapesos.
Un primer error ha sido empujar el inicio de la refinería de Dos Bocas y justificar el proyecto petrolizado con el argumento básico de que el petróleo es estratégico en tanto no se tenga un plan de transición energética –cuando todos sabemos que ese plan ya existe–: la meta del Plan Nacional de Desarrollo para la matriz energética renovable es la misma prevista desde 2016 para lograrse en el 2024.
El doctor Toledo va a tener que poner todo su prestigio al asador. Desde aquí le deseo la más completa lucidez y fuerza para llevarnos a buen puerto.
 
 

In this article

Join the Conversation