Sobrevive a la pandemia la Casa del Postre, el sitio tradicional de las roscas de Reyes en Chilapa

  Chilapa, Guerrero, 6 de enero de 2021. A finales de los años 70, Guadalupe Jiménez, una de las tres reposteras que preparaba las tradicionales roscas de Reyes...

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6 enero,2021 8:15 am
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Chilapa, Guerrero, 6 de enero de 2021. A finales de los años 70, Guadalupe Jiménez, una de las tres reposteras que preparaba las tradicionales roscas de Reyes en Chilapa, le dio un consejo a su hijo José Luis: “Ofrece calidad no cantidad; es preferible que pierdas un pan a que pierdas un cliente”.

El matrimonio de José Luis Silva Jiménez, popularmente conocido como Chito, y María Vázquez Dircio es heredero de la receta de la señora Guadalupe Jiménez Meza (1923-2009) para preparar las roscas de Reyes y una amplia variedad de postres finos.

Por el sabor de su repostería se han hecho de un prestigio con cientos de clientes en Chilapa y otras ciudades.

Pero la historia de la Casa del Postre tiene sus inicios hace 82 años.

Hermanas de la Santísima Trinidad 

En 1938, a los 15 años de edad, Guadalupe Jiménez logró el permiso de sus padres para internarse en un convento de monjas trinitarias en Coyoacán, Ciudad de México. Ahí aprendió repostería.

En ese tiempo en Chilapa estaba muy arraigada la religión y el conservadurismo, mientras que en la capital del país Frida Kahlo gestionaba con el gobierno de Lázaro Cárdenas asilo al revolucionario soviético León Trotsky.

De hecho, la joven Guadalupe Jiménez y sus compañeras vivieron de cerca el asesinato del intelectual comunista en agosto de 1940, pues la casa de Trotsky estaba a un lado del convento.

Después de años de haber regresado a Chilapa, en 1962 Guadalupe fue invitada a preparar el pastel con motivo del centenario de la Diócesis con sede en Chilapa. En ese tiempo lo hizo con la ayuda de la joven Alberta Flores, de Iguala.

A partir de esa fecha inició formalmente el negocio con el que mantuvo a ocho hijos y que ahora sólo uno de ellos continua. Su especialidad desde ese tiempo ha sido las roscas de Día de Reyes.

En esos años ya proliferaban las panaderías, pero reposterías o pastelerías sólo existían tres: la de doña Delfina, de la avenida José María Andraca; la de la maestra Cecilia Moctezuma y la de Guadalupe Jiménez.

Ahora, a casi seis décadas de distancia, en casi toda la ciudad de Chilapa se pueden ver roscas de Reyes exhibidas para su venta.

La temporada

La venta de temporada de roscas inicia desde el 3 de enero y concluye a finales de mes. Después, cada fin de semana se hacen dos o tres.

En cada temporada, José Luis Jiménez y María Vázquez llegan a realizar unas 250 roscas. José Luis realiza todo el proceso de preparación y María las desmolda, las decora, les pone los muñequitos y las envuelve. Una de sus hijas ayuda a entregarlas a los clientes que acuden hasta su domicilio.

La jornada del profesor Chito y su esposa inicia a las 6:30 de la mañana y concluye alrededor de las 11 de la noche.

–¿Cuál es la diferencia entre las roscas de tiendas de autoservicio y las que aquí se preparan?

–Hago la receta hasta donde más puedo. Un principio que me dio mi mamá fue ‘vende calidad, no vendas cantidad. No vendas materiales baratos, busca siempre calidad. Es preferible que pierdas un pan a que pierdas un cliente’.

“Si me descuidé y ya se quemó un poquito una rosca o estaba en malas condiciones de venderla, no la vendo así, la tengo que reponer. Tengo que vender lo que más se pueda en calidad”.

Las roscas de la Casa del Postre han salido a Tixtla y Acapulco y a los estados de Morelos, Puebla y la Ciudad de México.

“Trabajamos bajo pedido, llaman y se preparan. No es de tener cantidades de pan. Todos son pedidos. Es la tradicional y no las de levadura, como venden en las tiendas grandes. Incluso hay gente pide que se hagan sus pasteles con pan de la rosca, por su sabor”.

La popularidad de estas roscas ha crecido por recomendaciones de los propios clientes. Y en las redes sociales, de manera ocasional. Cuando intentaron incursionar en el mundo virtual, no tardaron en llegar llamadas de extorsión.

Cierre de escuelas y pedidos

La epidemia de Covid-19, que tiene como una de sus principales medidas de contención el cierre de las escuelas, mermará en una parte la venta de roscas en este enero.

Cada año unas 200 roscas eran preparadas y destinadas para escuelas de la ciudad y la región, pero ante el cierre de las aulas, este año esa venta se perdió.

El matrimonio prevé compensar un poco esas ventas con un pedido de 45 roscas a las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Social en la capital del estado.

En la Casa del Postre se pueden encontrar durante todo el año niño envuelto, huevos reales, bienmesabes, tronco navideño y los populares xuxs, así como pasteles de coco, de queso con mermeladas caseras, de chocolate con queso, con mermelada, fresas y glaseado de fresa, de manzana y el postre imposible.

Tradición en duda

La repostería le ha permitido a José Luis Jiménez, profesor de primaria jubilado, darles estudio a sus tres hijos, dos de ellos en las principales universidades del país y una a punto de concluir la secundaria.

Aunque los ha exhortado, hasta ahora, ninguno de sus hijos ha manifestado interés en continuar con el oficio familiar.

“Los invito, pero hasta el momento no tengo mucha respuesta, dicen que es un trabajo algo cansado. Estoy pensando que les hace falta madurez”, reflexiona.

Texto: Luis Daniel Nava

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