Ciudad de México, 23 de octubre de 2022. Cirugías teleasistidas, el uso de la robótica o el monitoreo de pacientes con dispositivos inteligentes y a través de diversas plataformas son algunos ejemplos de un nuevo esquema de medicina más innovador.
De acuerdo con Óscar Rosas, investigador de la Universidad Iberoamericana, aunque esta tendencia no es reciente, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICS) se han desarrollado más con la pandemia.
“En estos últimos años, las TICS se han acercado y han tenido auge por la necesidad de brindar atención a grupos vulnerables, entre los que no se tiene acceso a infraestructura o personal para atender diferentes problemas”, comenta.
En este escenario, se han popularizado los términos “telemedicina” y “telesalud”, cuyo sufijo “tele” denota lejanía o distancia.
Mahuina Campos, académica del Departamento de Informática Biomédica de la Facultad de Medicina de la UNAM, define la “telemedicina” como el seguimiento y la atención de afecciones a través de herramientas tecnológicas.
Mientras que la “telesalud” es una idea mucho más amplia, pues abarca desde educación, difusión y promoción de una vida saludable, hasta la capacitación de los profesionales involucrados en el tema, entre otras cosas.
En éste ámbito existe, por ejemplo, el uso de gadgets para hacer seguimiento: en la consulta general son oxímetros, relojes inteligentes y dispositivos enfocados en recabar y enviar datos; pero hay creaciones más complejas, aclara Campos.
“Hay dos que me han sorprendido: una plataforma de ultrasonografía, usada en España, para embarazadas; y un exoesqueleto para dar rehabilitación, con ella, introducen la mano del paciente en un guante y, a través de internet, se pueden programar fisioterapias para que el paciente recupere su movilidad”.
Además, está la cirugía robótica, que en México ha existido por sistemas como Da Vinci Xi, con el que el doctor garantiza una mayor precisión en intervenciones de especialidades como urología, ginecología, cardiología, oncología y cirugía general.
Rosas, doctor especializado en Medicina Interna y Geriatría, detalla que así como la “telemedicina” es una alternativa para zonas lejanas o semirurales o para quienes no pueden trasladarse, hay quienes requieren revisiones presenciales.
“Se puede dar seguimiento a personas con afecciones crónico degenerativas y, sobre todo, aquellas con reducida movilidad, pero, no se puede suplantar o sustituir la atención presencial en los denominados ‘de alta complejidad médica’ o con problemas avanzados”, sentencia.
En México existen distintas aplicaciones de la “telesalud”, como algunas unidades de medicina familiar del IMSS, así como el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en donde, en línea, se pueden consultar resultados de laboratorio, dar seguimiento de citas o solicitar consulta médica.
Ambos coinciden en la importancia de capacitar a especialistas en el tema y respaldarlos con un marco legal. Para Campos es vital contar con una regulación clara en cuanto a atención médica a distancia.
“Hay un lineamiento del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud que establece cuáles son los requisitos para tener un teleconsultorio, qué se debe de contar, cómo debe estar capacitados el profesional y qué pacientes debe atender, pero hace falta una norma oficial mexicana”, dice Campos.
Por ejemplo, menciona detalles de infraestructura -iluminación, audio o cámara-, pero falta detallar aspectos aún más relevantes.
Teleconsulta
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha sido una herramienta esencial durante la pandemia, como una opción segura y efectiva.
Debido a que sólo se necesita un dispositivo móvil con conexión a internet, provisto de cámara y micrófono, el rango de especialidades es amplio. Las más comunes son las enfocadas en psicología y medicina integral, pero toman cada vez mayor notoriedad las de ginecología, dermatología y nutrición.
La telepresencia es un paso más allá, según la OPS, pues permite al paciente sentir como si él o ella estuvieran presentes sin estar con el personal médico, pues interactúan virtualmente a través de la tecnología.
Telerehabilitación
Se emplean dispositivos que auxilian y guían al paciente con los movimientos a realizar. Ejemplo es la llamada “terapia robótica”, en la que se utiliza un exoesqueleto de mano, que el paciente emplea a modo de guante.
En México, Teletón creó videos pedagógicos con ejercicios de mecanoterapia, estimulación temprana, terapia ocupacional y psicología.
Telecirugía
La intervención quirúrgica es auxiliada con software o el conjunto de mecanismos robotizados.
En estas intervenciones, destaca el uso del sistema Da Vinci Xi, un robot capaz de auxiliar con precisión en procedimientos complejos y reducir de manera significativa el temblor del pulso humano. Uno llegó en 2015 al Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, que certificó a un grupo de especialistas en su uso.
Teleradiología
Con esta variante, la placa de rayos X se almacena de manera digital en formato DICOM (Digital Imaging and Communications in Medicine), el cual tiene la capacidad de registrar un mayor valor de datos en comparación con los convencionales JPEG o PNG.
En algunas plataformas, este procedimiento se auxilia de la Inteligencia Artificial para la lectura, análisis y diagnósticos, por ejemplo, diversos tipos de cáncer.
Texto y foto: Agencia Reforma
