Texto: DPA / Foto: EFE
Moscú, Rusia, 8 de junio de 2018. Rusia está preparada y la gran aventura del Mundial de futbol puede comenzar. ¿Toda Rusia? Toda en realidad no, porque los 23 integrantes de la selección están en el punto de mira.
El mal estado de forma del equipo nacional es prácticamente lo único que preocupa a los hinchas y organizadores rusos. De hecho, la “Sbornaya” llega a la cita como la peor del ranking FIFA de las 32 selecciones clasificadas. Desde el jueves figura en el puesto 70, cuatro por detrás de la que casualmente será su rival el 14 de junio en el partido inaugural, Arabia Saudí.
Mientras la preocupación por lo deportivo no deja de crecer, todo lo organizativo está bajo control. El césped en los estadios se está terminando de colocar y todavía falta alguna valla por pintar. Las escenas desagradables de las ciudades se han escondido detrás de carteles.
El listón para Rusia en la organización de su primer Mundial es alto. No sólo es el más caro de la historia con 10 mil millones de euros. También es uno de los más controvertidos políticamente, debido a los conflictos (Ucrania y Siria, entre otros) en los que está involucrado el país.
Sin embargo, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, espera el mejor Mundial de la historia. “A una semana de que arranque, podemos decir que Rusia está lista al cien por ciento. Todo el mundo verá cuán hospitalario es este país y cómo funcionará la organización”, dijo el suizo en una entrevista publicada en la página de la FIFA.
Para el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el Mundial es una oportunidad de presentar una Rusia moderna y abierta. Su país hizo todo “para que el torneo sea una fiesta para millones de espectadores en todo el mundo”, señaló el dirigente, que viajará ahora tres días a China antes de ponerse en “modo Mundial”.
Desde las 11 ciudades sede ya esperan impacientes la llegada de los partidos. “Hemos sacado brillo a los legendarios estadios Luzhniki y Spartak”, escribió en Twitter el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin. “Los moscovitas tienen suerte, porque vamos a tener 12 partidos del Mundial, entre otros el inaugural y la final”.
Ahora queda por ver si la infraestructura preparada para el torneo será suficiente. Y es que habrá cientos de miles de hinchas recorriendo el país. De la norteña San Petersburgo a la sureña Sochi, desde Kaliningrado hasta Ekaterimburgo, el Mundial abarcará cuatro zonas horarias.
El aeropuerto más grande de Moscú, Sheremetyevo, ha estrenado una nueva y lujosa terminal para vuelos nacionales, mientras que los extranjeros podrán llegar a través de un subterráneo construido debajo de la pista de aterrizaje.
En la ciudad, los empleados del metro grabaron pequeños mensajes como “gud moning” o “gud ivining” que aprendieron fonéticamente del cirílico.
Pero a pesar de las mejoras, no son pocas las críticas por la organización del certamen, sobre todo por los altos costos en un país con alto índice de pobreza y, desde el exterior, por las violaciones a los derechos humanos y civiles. También a las restricciones y controles a los que serán sometidos los residentes durante las cuatro semanas de la Copa del Mundo.
Sin embargo, el estado de ánimo en general es muy positivo y todo está listo para celebrar una gran fiesta. “Odio a los quejosos que disparan conta el Mundial desde todos los ángulos”, afirmó el rockero Serguei Shnurov, líder del popular grupo Leningrad. “El Mundial le está haciendo bien al país, al menos hasta ahora”.
Por eso, la mayor preocupación a esta altura es la “Sbornaya”, que no ganó ningún partido en 2018 y viene de un pobre empate ante Turquía. “Por desgracia, nuestra selección no ha mostrado grandes resultados recientemente”, admitió Putin.
En cambio, el diario “Moskovsky Komsomolets”, prefierió apostar al humor: “Portugal espera por Cristiano Ronaldo, Francia por Pogba y Brasil por Neymar. Nosotros sólo esperamos por un milagro”.
