Trump tomará mañana decisión fundamental sobre el conflicto palestino-israelí

La Casa Blanca se limitó a indicar, en un comunicado, que Trump había hablado con ellos sobre "posibles decisiones respecto a Jerusalén", además de expresarles su "compromiso de...

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5 diciembre,2017 7:35 pm
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Washington, EU, 5 de diciembre de 2017. El presidente de EU, Donald Trump, revelará este miércoles si reconoce a Jerusalén como capital de Israel y si traslada allí la embajada estadounidense, un anuncio que tiene a la región en vilo y que puede echar por tierra cualquier perspectiva de un proceso de paz mediado por Washington.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, adelantó en su conferencia de prensa diaria que Trump hará este miércoles un anuncio sobre la posición estadounidense respecto a Jerusalén, aunque no quiso adelantar detalles.

“El presidente tomará la que sienta que es la mejor decisión para Estados Unidos”, dijo Sanders en una conferencia de prensa.

Trump habló hoy con cinco líderes de la región para comunicarles su decisión: el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás; el rey Abdalá II de Jordania; el presidente de Egipto, Abdelfatah Al Sisi; y el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz.

La Casa Blanca se limitó a indicar, en un comunicado, que Trump había hablado con ellos sobre “posibles decisiones respecto a Jerusalén”, además de expresarles su “compromiso de impulsar las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos” y subrayar la importancia de la “cooperación” regional para apoyar ese proceso.

Al menos en sus llamadas con Abás, Al Sisi y el rey Abdalá, Trump expresó su intención de trasladar de Tel Aviv a Jerusalén la embajada estadounidense en Israel, según las oficinas de esos tres líderes.

Tanto ellos como el rey saudí manifestaron su preocupación por la posible medida, que rompería el consenso de la comunidad internacional sobre el estatus de Jerusalén.

El presidente palestino, Abás, insistió en que no habrá un futuro Estado palestino sin Jerusalén Este como capital y dijo que contactará con los jefes de Estado de todo el mundo para evitar ese “paso inaceptable”, añadió el portavoz.

Aunque Israel considera a Jerusalén su capital, la soberanía del país sobre la parte oriental de la urbe (Jerusalén Este) no está reconocida por gran parte de la comunidad internacional, que mantiene su aparato diplomático en Tel Aviv y sus suburbios.

Los palestinos quieren establecer en Jerusalén Este, ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días (1967), la capital de su futuro Estado, y han dado mucha importancia a esa cuestión en las negociaciones de paz de las últimas décadas.

Durante la campaña electoral de 2016, Trump prometió que trasladaría a Jerusalén la embajada estadounidense en Israel y la Casa Blanca ha adelantado en los últimos días que la cuestión no es si el presidente ordenará o no ese cambio, sino “cuándo” lo hará.

Una ley estadounidense de 1995 insta a Washington a trasladar su legación a Jerusalén, pero esa medida nunca ha llegado a aplicarse porque todos los presidentes desde Bill Clinton han postergado periódicamente su implementación.

Trump hizo lo mismo que sus predecesores el pasado junio, pero este lunes, cuando se cumplía el plazo límite para volver a postergar la aplicación de esa ley durante seis meses más, la Casa Blanca no envió ninguna orden al Congreso, y prometió una decisión al respecto “en los próximos días”.

Según el diario The New York Times, es probable que Trump anuncie un reconocimiento formal de Jerusalén como capital de Israel y confirme sus planes de trasladar allí la embajada, pero vuelva a posponer la aplicación de la ley otros seis meses.

Eso se debe a que, de acuerdo con funcionarios estadounidenses consultados por el diario, el traslado inmediato de la embajada es complicado por razones logísticas, dado que Estados Unidos no tiene tantas instalaciones en Jerusalén para todo su personal diplomático.

No está claro qué pretende conseguir Trump con esa medida, que pone en riesgo el futuro de cualquier esfuerzo de paz mediado por Washington en un momento en el que su yerno y asesor, Jared Kushner, ultimaba los detalles de su plan para la paz en Oriente Próximo.

De acuerdo con The New York Times, Trump ha argumentado en sus contactos con sus homólogos en la región que resolver el tema de la embajada estadounidense puede acelerar el proceso de paz, porque quitaría de la mesa un asunto espinoso sobre el que el presidente estadounidense debe pronunciarse cada seis meses, con base en la ley de 1995.

Pero eso ignora el hecho de que el futuro de Jerusalén es “el tema más sensible y volátil en las negociaciones” de paz, según Aaron David Miller, un analista que asesoró al Gobierno de Clinton en el proceso de paz de la década de 1990.

Según opinó Miller en la página web de la cadena CNN, la decisión sobre Jerusalén se debe a “una combinación de la frustración de Trump respecto a tener que postergar de nuevo (la aplicación de la ley) y sobre la falta de cumplimiento de su promesa electoral, y de su deseo obstinado de hacer algo que sus predecesores no hayan hecho nunca”.

Reclamos de palestinos e israelíes

Los palestinos quieren como capital de su futuro Estado la parte oriental de la ciudad, ocupada desde 1967 y posteriormente anexionada por Israel. El Estado judío, por su parte, reclama la ciudad como su capital indivisible.

El rey jordano también alertó hoy de las graves repercusiones de la medida y dijo que provocará a musulmanes y cristianos. Según dijo a DPA el ministro jordano del Exterior, Ayaman Safadi, Jordania convocará a una sesión de emergencia de la Liga Árabe.

“Llamaremos a una sesión de emergencia del consejo ministerial de la Liga Árabe y de los ministros del Exterior de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) el sábado”, dijo Safadi.

La representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, advirtió hoy a Estados Unidos tras un encuentro bilateral con el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, en Bruselas que “cualquier acción que mine” el proceso de paz de Cercano Oriente “debe ser evitada totalmente”.

Los aliados de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) Turquía, Alemania y Francia advirtieron a Trump acerca de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, amenazó incluso con romper relaciones diplomáticas con Israel si Estados Unidos reconoce Jerusalén como la capital de ese país.

“Señor Trump, Jerusalén es la línea roja de los musulmanes”, afirmó Erdogan ante el grupo parlamentario de su partido Justicia y Desarrollo (AKP) en Ankara dirigiéndose al mandatario estadounidense. “Esto puede llegar tan lejos que rompamos nuestras relaciones diplomáticas con Israel”, advirtió.

Arabia Saudí también dijo estar “seria y profundamente preocupada”. Una decisión de ese tipo iría en contra de los “derechos históricos” del pueblo palestino sobre Jerusalén y provocaría a los musulmanes de todo el mundo, informó la agencia estatal saudí Span citando una fuente del Ministerio de Exteriores.

En tanto, Israel rechazó las amenazas de Erdogan. “Jerusalén es la capital del pueblo judío desde hace más de 3 mil años y la capital de Israel desde hace 70 años, más allá de que lo reconozca o no Erdogan”, afirmaron representantes del Gobierno.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, señaló que el estatus de Jerusalén debe ser fijado en el marco de negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, indicó el Palacio del Elíseo tras una conversación telefónica entre Macron y Trump.

También el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, alertó hoy sobre las consecuencias de una decisión así. “Sólo se podrá encontrar una solución a la problemática de Jerusalén en negociaciones directas entre ambas partes”, dijo Gabriel.

“Todo lo que contribuya a agravar esta crisis ahora es contraproducente”, opinó el socialdemócrata en una alocución en un foro de política exterior en Berlín.

El Congreso estadounidense aprobó en 1995 una ley que prevé el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén, pero hasta ahora todos los presidentes han retrasado su implementación alegando daños a la seguridad nacional y el plazo se va postergando cada seis meses. Trump no lo firmó la última vez y todo apunta a que cumplirá la que fue una de sus promesas de campaña.

Texto: EFE y DPA / Foto: EFE

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