Trump-Putin: La cumbre de los mejores enemigos 

Putin y Trump, en apariencia tan diferentes, parecen hechos de la misma madera en muchas cosas. "Ojalá que algún día pueda ser un buen amigo, podría pasar", deseó...

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16 julio,2018 2:20 pm
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Texto: DPA/ Foto: EFE

Vladimir Putin y Donald Trump, dos de los hombres más poderosos del mundo, anunciaron hoy una nueva era en las relaciones ruso-estadounidenses. El vínculo entre las mayores potencias nucleares nunca había sido peor, hasta esta memorable reunión con Putin, dijo Trump.
El presidente estadounidense utilizó la mayor tribuna imaginable para arremeter contra las investigaciones que se llevan a cabo en su país sobre una posible injerencia rusa en las elecciones que le llevaron a la Casa Blanca. Son una catástrofe y afectan negativamente a las relaciones entre ambos países, dijo, apenas cuatro días después de que su propio Departamento de Justicia presentase acusaciones contra doce miembros de los servicios secretos rusos.
Trump quiso liquidar ante los ojos del mundo una cuestión que pende sobre él desde su llegada al Gobierno: la sospecha de que los servicios secretos rusos intervinieron en los comicios presidenciales, favoreciéndole a él y perjudicando a su rival, la demócrata Hillary Clinton. Putin rechazó toda injerencia y Trump insistió en que no hubo acuerdos secretos.
“Tengo una gran confianza en mis servicios secretos. Pero les diré que el presidente Putin fue hoy extremadamente firme y enérgico en su desmentido”, dijo Trump. En realidad, ambas partes (Putin y los servicios secretos estadounidenses) se contradicen, pero Trump asegura que confía en ambos.
La comparecencia de ambos presidentes tras su primera cumbre oficial muestra una confraternización, aunque sin palmaditas en el hombro. En una ocasión, Putin se dirigió a su homólogo incluso por su nombre, Donald. La escenificación en este caluroso día en Helsinki recuerda superficialmente un poco a la Guerra Fría: los líderes de Rusia y Estados Unidos reunidos en terreno neutral.
Pero los dos presidentes parecen tener un extraño vínculo, un respeto mutuo insólito a la vista de las tensiones entre sus países. Su apretón de manos antes de reunirse en privado fue fuerte pero no intenta medir fuerzas. Sin vacilar, parecían querer decir al mundo: somos hombres fuertes y nos entendemos. “La Guerra Fría terminó”, subrayó Putin.
Trump se mostró generoso dejando hablar siempre en primer lugar a Putin, quien sonreía. El ex agente de la KGB hizo esperar en primer lugar a Trump, pero luego fue este quien tuvo que aguardar al estadounidense en el palacio presidencial. El tiempo es parte del juego de poder en estas cumbres. Ya sentados, Putin aguardó en silencio y confiado. Trump, por el contrario, habló y se mostró tenso.
El presidente estadounidense trató a su colega ruso como a un igual, algo que no hizo la semana pasada con Angela Merkel y Theresa May, a quienes degradó y humilló. De Alemania dijo que era “prisionera” de Rusia por el gas ruso y de May criticó sus negociaciones para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (“Brexit”). También tensó la situación con otros de sus aliados de la OTAN en la reciente cumbre de Bruselas.
Con Putin fue distinto, contraviniendo así el rumbo de su propio Gobierno. Este impone sanciones a Rusia, expulsa a diplomáticos, envía armas a Ucrania, advierte y critica a Moscú, como es tradición entre los republicanos estadounidenses. Pero en lo que se refiere a Rusia, Trump sigue imperturbable su propia línea.
Putin y Trump, en apariencia tan diferentes, parecen hechos de la misma madera en muchas cosas. Ambos tienen una fuerte propensión a la autocracia y a los reflejos populistas. Y ninguno es un gran orador. “Ojalá que algún día pueda ser un buen amigo, podría pasar”, deseó Trump antes del encuentro. Por ahora son competidores, pero no enemigos. “Archiamigos o mejores enemigos”, escribió un diario ruso.
La cumbre ha dejado poco contenido. Los grandes problemas siguen y no hay un acercamiento concreto en puntos importantes: cambiará tan poco en la guerra civil siria como en el apoyo a los separatistas en los combates en el este de Ucrania. Las sanciones de Washington se mantienen, el consulado ruso en Seattle sigue cerrado y el estadounidense en San Petersburgo también.
Pero a pesar de ello, Putin puede vender el encuentro como un éxito. El presidente ruso puntúa ya sólo con el hecho de que hubiese una rueda de prensa y de que las banderas ondeasen una junto a otra, como en el caso de aliados iguales.
Trump, sin embargo, cosechó críticas incluso desde las filas de su Partido Republicano. El senador conservador Lindsey Graham habló de una “oportunidad perdida” para pedir cuentas a Rusia. Y el también republicano Jeff Flake nunca creyó que un día vería cómo un presidente estadounidense culpaba a Estados Unidos de ataques rusos junto a su homólogo ruso.
El encuentro muestra a Trump ante el mundo como él se presenta en Twitter. Lanza una “caza de brujas” en la sala y se va sonriente, junto a su nuevo amigo.
Mientras que en Washington…

Exdirectores de la CIA critican a Trump por creerle a Putin sobre la trama rusa
Dos exdirectores de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) cargaron hoy contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por poner en duda la fiabilidad de sus servicios de inteligencia tras reunirse en Helsinki con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
“La actuación de Donald Trump durante la rueda de prensa alcanza y supera el umbral de los ‘crímenes graves y las faltas’. No ha sido nada menos que una traición”, afirmó a través de las redes sociales John Brennan, quien estuvo al frente de la agencia de espionaje entre los años 2013 y 2017.
Brennan calificó los comentarios de Trump de “imbecilidades” y acusó al mandatario estadounidense de “estar de lleno en el bolsillo” de Putin.
“Patriotas republicanos: ¡¿Dónde están?!”, concluyó el exdirector de la CIA.
También mostró su descontento con las declaraciones de Trump el general Michael Hayden, que fue director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) (1999-2005) y de la CIA (2006-2009) y quien, al igual que Brennan, empleó su cuenta de Twitter.
Hayden no atacó directamente a Trump pero comentó tuits de otros usuarios comentando la rueda de prensa.
En uno de sus mensajes, Hayden respaldó al periodista de la NBC Chuck Todd, quien censuró a Trump por querer “jugar con ambos bandos” y denunció que el presidente “cree más a Putin” que las instituciones de Estados Unidos, ante lo que el exfuncionario respondió con un “sí”.
En el segundo de sus comentarios, Hayden escribió “estoy de acuerdo”, en referencia a un tuit de un internauta que aludió a la rueda de prensa con un tajante: “¡Me cago en todo!”.
Durante la conferencia de prensa conjunta de los dos mandatarios, Trump puso en duda las conclusiones de las principales agencias de espionaje estadounidenses que, desde hace meses, dicen que tiene pruebas de que el Kremlin intentó intervenir en las elecciones presidenciales de 2016.
Ante las preguntas de los periodistas sobre el asunto, el presidente de Estados Unidos reconoció que sus servicios de inteligencia le han transmitido estas sospechas pero, según dijo, no ve “ninguna razón” por la que Moscú hubiera podido estar interesado en hacerlo.
“El presidente Putin fue extremadamente fuerte y rotundo en su negativa de eso hoy”, zanjó Trump.
 
Putin le pasa a Trump la pelota del Mundial en la cumbre de Helsinki
El presidente ruso, Vladímir Putin, le pasó hoy literalmente la pelota a su colega de Estados Unidos, Donald Trump, durante la conferencia de prensa al término de su cumbre en la capital finlandesa.
En medio de la comparecencia, Putin le entregó a Trump el balón oficial de la Copa Mundial que terminó el domingo con la victoria de Francia sobre Croacia.
“En lo que se refiere a que la pelota de Siria está en nuestro tejado. Señor Presidente, usted acaba de decir que hemos organizado exitosamente el Mundial de futbol. Así que quiero entregarle esta pelota. Ahora, la pelota está de su lado”, dijo Putin.
Putin respondía así a la frase del secretario del Estado norteamericano, Mike Pompeo, de que la pelota del arreglo en Siria está en el tejado de Rusia.
En respuesta, Trump le dio las gracias y expresó su confianza en que EU, México y Canadá organicen en 2026 una Copa Mundial tan exitosa como la de Rusia.
Seguidamente, dijo que le regalaría el balón a su hijo pequeño, Baron, y le lanzó la pelota a su esposa, Melania, que estaba en primera fila.
“¡Melania, tómala!”, le dijo Trump entre las risas de los presentes.
 
 

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