Barrio de Belén
Rebelde y popular, son las palabras con las que se puede definir al Barrio de Belén en Iquitos.
La mañana es calurosa y camino por el malecón rodeado de casonas antiguas de la época del auge del caucho entre los siglos XVII y XVIII, ahora todas han pasado a formar parte del gobierno de Perú.
Un vaso de agua fresca de camu camu (una fruta cítrica del amazonas) me ayuda a calmar la sed provocada por el calor, muy pronto me encuentro con Raúl, un vecino del barrio de Belén que se ofrece a ser mi guía a cambio de unos soles, la moneda local.
“El barrio de Belén es la Venecia del Amazonas”, me presume con una sonrisa mientras me muestra desde la parte alta de una calle que sirve como mirador, los cientos de casas de madera construidas sobre el río Itaya.
El Itaya es uno de los cientos que desembocan en el gigantesco río Amazonas, tan pronto como avanzamos por las calles del barrio mi primer sensación es la del desorden: gente, gritos, basura, música, lanchas, animales y mercancías recorren el barrio, ya que cientos de personas y toneladas de mercancías llegan diariamente de todas partes de la selva al también famoso mercado de Belén, porque todos los productos, incluso los más exóticos de la selva, se encuentran aquí.
Pero, ¿quiénes viven en el Barrio de Belén?, ¿cómo llegaron a vivir aquí?, le pregunto a Raúl con algo de asombro por las condiciones en las que viven, “nosotros venimos de la selva, de comunidades que se encuentran a tres, cuatro o mas días navegando por los ríos, venimos porque buscamos trabajo, estudios, para ayudar a nuestras familias”. Así poco a poco con el tiempo el asentamiento creció, formando el popular barrio que en el año de 1999 fue decretado como uno de los cuatro distritos urbanos de Iquitos por el entonces presidente Alberto Fujimori.
La sobre población y contaminación también han provocado fuertes padecimientos de enfermedades como dengue, tuberculosis, SIDA y malaria entre los habitantes.
Le pregunto a Raúl ¿no es mejor la vida en la selva? ¿vivir apartados de todos los problemas de la ciudad?, “sí, pero queremos también cosas que no tenemos en la selva, allá también la vida es difícil, también nos hemos visto obligados a dejar nuestras comunidades por la invasión de madereros o por las empresas petroleras que entran a nuestros territorios.
Nos quedamos en silencio un rato mientras terminamos de recorrer el barrio, me despido de Raúl y me pide que lo recomiende con los mexicanos que viajen a Iquitos, “yo los puedo llevar a conocer, todos me conocen, conmigo no hay ningún problema”.
La charla con mi guía y el lugar me hicieron recordar unas palabras de Eduardo Galeano:
“Ahora América es para el mundo nada más que los Estados Unidos, nosotros habitamos, a lo sumo, una sub América, una América de segunda clase, de nebulosa identificación. Es América Latina la región de las venas abiertas”.
* Esta es la tercera entrega de una serie de fotoreportajes que se publicarán cada sábado en estas páginas, y los domingos en nuestro sitio de Internet https://devtest.suracapulco.mx/fotogalerias/
Texto y fotos: Carlos Alberto Carbajal
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