Unión Europea, la hora de transformarse

Gaspard Estrada* Las elecciones legislativas del pasado domingo en Alemania arrojaron resultados ambivalentes. Por un lado, como lo pronosticaban las encuestas desde hace meses, Ángela Merkel y su...

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27 septiembre,2017 7:46 am
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Gaspard Estrada*

Las elecciones legislativas del pasado domingo en Alemania arrojaron resultados ambivalentes. Por un lado, como lo pronosticaban las encuestas desde hace meses, Ángela Merkel y su partido demócrata-cristiano CDU-CSU obtuvo el mayor número de votos, lo cual le permitirá gobernar el país más poblado de Europa por cuarta vez consecutiva, lo cual viene a igualar un récord (el del ex canciller Helmut Kohl en los años 1980). Por otro lado, si bien la CDU-CSU llegó en primer lugar, se trató del segundo peor resultado de ese partido desde su creación, hace más de sesenta años. De igual manera, el partido social-demócrata, liderado por el ex presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, tuvo su peor desempeño desde 1945, con apenas 20 por ciento de los votos. El hecho político más relevante y preocupante de esta elección es sin duda el resultado del partido Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), fundado en 2013. Con 13.5 por ciento de los votos, este partido tendrá una bancada de más de 80 diputados. Sobre todo, este resultado puso en evidencia la fuerza del discurso de la extrema derecha en el país más rico e influyente de la Unión.

Frente a esta situación, y ante el riesgo de que la parálisis de la Unión Europea se traduzca en mayores problemas de gobernabilidad, el presidente francés, Emmanuel Macron, lanzó una iniciativa política de envergadura el día de ayer. En el auditorio principal de la Universidad de la Sorbona de París, y frente a centenas de estudiantes franceses y europeos, Macron pronunció un discurso ambicioso, con propuestas para transformar política y económicamente a la Unión Europea. Entre las principales propuestas defendidas por el jefe de Estado francés, podemos destacar la voluntad de profundizar la integración supranacional de Europa, con el nombramiento de un ministro de finanzas de la zona euro o de un presupuesto europeo común. Sin embargo, contrariamente a sus predecesores, que sólo insistían en los asuntos macroeconómicos, Macron también expuso su voluntad de reforzar la integración europea por la vía de actos concretos y visibles a los ojos de la ciudadanía, como la constitución, por ejemplo, de una fuerza comunitaria de policía de las fronteras exteriores de la Unión, de una fuerza europea de protección civil para combatir incendios o mitigar los efectos de desastres naturales, o de una red de universidades europeas que permitan a todos los estudiantes de educación superior dominar al menos dos lenguas europeas de aquí al 2024.

Si bien estos proyectos tienen una dimensión y una ambición importante, el problema principal que enfrentará Macron será el de su capacidad de convencer a sus 26 socios de la pertinencia de esta propuesta. Sobre todo, después del resultado de las elecciones alemanas. En efecto, el partido social-demócrata de Schultz ha decidido pasar a la oposición, y por ende no participar en el futuro gobierno de Angela Merkel. Esta última tendrá que hacer alianza con el partido verde y el partido liberal, si quiere poder armar una mayoría política que le permita gobernar. El problema reside en el rechazo del partido liberal de profundizar la integración política y económica de la Unión Europea. Si el próximo gobierno alemán no se decide a tomar el sartén por el mango y asumir el costo político de una transformación de la Unión, es probable que ésta entre en una grave parálisis política y económica.

Contrariamente a lo sucedido en los años anteriores, existe en Europa una verdadera ventana de oportunidad en los próximos meses para impulsar reformas sustantivas. En los próximos meses no habrá elecciones en los principales países de la Unión. Con dos nuevos gobiernos en Francia y Alemania, disponiendo de la legitimidad de las urnas, es posible que exista una iniciativa política para impulsar las transformaciones que la Unión Europea necesita. Sin embargo, falta saber si los líderes europeos estarán dispuestos a tomar riesgos para esa transformación. La respuesta la tendremos pronto.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en Paris.

Twitter: @Gaspard_Estrada

 

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