Urge un cambio de fondo en educación pública y más presupuesto: Cárdenas

Fue desatendida por décadas por los gobiernos neoliberales, señala el tres veces candidato presidencial de izquierda. Recibe el Doctorado "Honoris Causa" de la UAG junto con sus compañeros...

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6 abril,2019 6:35 am
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Fue desatendida por décadas por los gobiernos neoliberales, señala el tres veces candidato presidencial de izquierda. Recibe el Doctorado “Honoris Causa” de la UAG junto con sus compañeros fundadores de la Corriente Democrática del PRI Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo. Destacan la participación de esa institución educativa en las luchas democráticas del estado y del país.  Asisten a la sesión solemne del Consejo Universitario el gobernador y la alcaldesa.
Acapulco, Guerrero, 6 de abril de 2019. La Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) otorgó el doctorado “Honoris Causa” a los fundadores del Frente Democrático Nacional (FDN), que en 1988 pretendió arrebatar la hegemonía política al PRI llevando como candidato presidencial a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, organización que fue antecedente del PRD. Cárdenas Solórzano, la senadora Ifigenia Martínez Hernández y el diputado federal Porfirio Muñoz Ledo, estos dos últimos ahora en Morena, fueron reconocidos por su contribución a la transición democrática del país.
En el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro de Convenciones, abarrotado, donde estuvo el rector Javier Saldaña Almazán, el gobernador Héctor Astudillo Flores y la alcaldesa Adela Román Ocampo, se llevó a cabo la sesión solemne del Consejo Universitario.
Ahí, el galardonado Cuauhtémoc Cárdenas, dijo que agradecía la distinción y que estaba orgulloso de compartir el acto con los otros dos condecorados.
Añadió que recibía el doctorado como un reconocimiento a la identidad con las causas del progreso, la igualdad, la democracia que han caracterizado y han estado en la vanguardia esa institución del pueblo guerrerense. Agregó que en esa lucha la universidad ha sufrido represiones como la de 1989, y en su mensaje manifestó que no podía dejar de mencionar al ya fallecido tres veces rector Rosalío Wences Reza, por la contribución que hizo a la universidad y a la lucha democrática del país desde Guerrero.
Cárdenas Solórzano dijo que volver a los ojos a Guerrero y a la UAG, que además de atender a la población de sus estudiantes y apoyar a sus investigadores, corresponde de manera prioritaria contribuir a resolver los problemas de los guerrerenses y fortalecer las capacidades de desarrollo del estado.
Subrayó que la UAG debe hacer visibles los problemas del estado, los rezagos y desigualdades sociales de la Montaña y la entidad en general.
Entre ellos la exclusión que han sufrido los pueblos originarios, la necesaria regularización agraria, los problemas truncos por el aprovechamiento de los recursos de la Tierra Caliente, las necesidades de integración de las cadenas de la agroindustria y el aprovechamiento forestal y las amplias posibilidades de la minería, las carencias de la infraestructura de la comunicación salud riego y cuidado y mejor aprovechamiento y potencial turístico.
Añadió que no puede dejar de advertirse la “grave situación de inseguridad y violencia que golpean a todos los municipios de la entidad, donde los grupos delincuenciales se disputan hegemonía y afectan la vida familiar, ciudadana, económica cada vez en mayor escala. La solución a este problema no corresponde a la universidad, pero sí está obligada con sus propias capacidades y allegándose colaboraciones de entidades académicas grupos y organizaciones especializados, entes públicos federales y estatales al estudio del fenómeno y el planteamiento de las acciones que las instituciones responsables debieran realizar”.
Añadió que el cambio social, político, cultural, económico, resulta indispensable para el país y cambio en que las universidades de educación superior, en el más amplio sentido, tienen un papel fundamental que jugar.
Agregó que se hace más nítido el compromiso que el Estado mexicano tiene, de atender a la educación superior como factor de formación académica y cívica, ascenso social, de capacitación y aprovechamiento, innovaciones y avances científicos tecnológico, factor también de fomento regional y de mejoramiento como tal.
Cárdenas Solórzano dijo que la educación superior de carácter público del que egresan jóvenes con criterios cívicos ya formados, con fuerte inclinación al servicio social, fue desatendida en las administraciones de las décadas neoliberales, pero también “conscientemente agredida y delimitada”.
Y añadió que el panorama no se presenta sencillo porque “primero se debe terminar el abandono en que las administraciones pasadas han tenido a la educación en general y a la universidad pública en particular”.
Manifestó que para satisfacer esa obligación constitucional se requiere voluntad política y “que cuando se es gobierno se refleja en los presupuestos asignados y en programas con metas específicas para que gradualmente en los plazos más cortos posibles se cubra la totalidad de la demanda y se logre calidad en todos los grados de instituciones de enseñanza”.
Subrayó que un estado con responsabilidad social debe fijarse como objetivo, en el caso de la educación superior no su obligatoriedad, pero sí garantizar acceso y permanencia en el sistema a todo aquel que quiera ingresar y satisfaga los requerimientos académicos.
Manifestó que si se considera vivir épocas de cambio “los caminos y objetivos deben visualizarse en el largo plazo, el cambio puede empezar hoy, pero hay saber hacia dónde dirigirlo y cuáles son las metas finales”.
Por lo que subrayó que es momento de plantear cómo llegar a ser una nación que ejerza a cabalidad su soberanía, en la que se desenvuelva una sociedad igualitaria y que se dé en un mundo equitativo y justo.
Añadió que romper las ataduras de la dependencia política y económica es paso obligado y dar validez a las leyes y con base en ellas poner por delante la dignidad y los intereses de la nación en las relaciones y los intercambios internacionales.
Consideró que se deben aprovechar los recursos naturales para fortalecer la autonomía del país y mejorar las condiciones de vida.
Cárdenas Solórzano dijo que la UAG  ha cumplido con preparar a la gente de Guerrero, pero insistió que a la universidad pública la han golpeado mucho en el pasado y que espera “que venga un cambio sustancial y que se les apoye con presupuesto, que se les apoye contribuyendo a que mejoren sus programas, que puedan crecer con la calidad que está demandando la formación universitaria hoy en día”.
Juntos desde la década de los 80
Mientras que la senadora de Morena, Ifigenia Martínez Hernández, dijo que estaba orgullosa de estar con los otros dos galardonados porque desde la década de los 80 juntos han participado en la lucha política para erradicar el carácter antidemocrático del sistema y reorientar la política económica con el propósito de recuperar los principios nacionalistas y democráticos y rechazar la política neoliberal.
Señaló que Guerrero ocupa un alto privilegio en los anales de la historia por los acontecimientos que han tenido lugar en su territorio, entre ellas, las campañas libertarias de José María Morelos, quien ingresó a estas tierras siguiendo la ruta de la Costa Grande.
Manifestó que se unía a la próxima celebración de los 58 años del inicio de la lucha estudiantil por obtener la autonomía universitaria como resultado de una contienda en la que fueron ignorados estudiantes y ciudadanos.
“Hoy permanece en nuestra memoria el histórico sacrificio de Pablo Sandoval (Ramírez), luchador social que aspiró en la democratización de esta universidad hasta lograr que en 1963 fuera publicada la primera Ley Orgánica de la institución para establecer su propio eje de gobierno y su tradicional compromiso con las luchas del pueblo guerrerense”.
Por su parte, el diputado federal de Morena y presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, manifestó que recibía con agrado ese doctorado Honoris Causa por parte de una institución defensora de las causas del pueblo, “es grato saber que una institución de este pasado, con esta prosapia, considere, que en este caso que recibimos el doctorado, hemos alentado los mismos valores que la propia universidad, una especie de desdoblamiento donde predomina la memoria y no el olvido”.
Muñoz Ledo dijo que ha guardado relación con la UAG desde que era joven y luego el desarrollo de su vida política lo ha traído muchas veces y recordó que desde ahí se lanzó una iniciativa que promovió para que el Congreso local estableciera el primero Congreso constituyente federal, la primera Constitución federal hecha por los estados.
Añadió que hacía votos porque se recupere la pasión por la republica federalista en México, ese diseño original de Guerrero, y dijo que hace diez años estuvo en el estado para trabajar en un proyecto de una nueva constitución para el estado. El diputado federal señaló que se tuvieron muchos éxitos, pero también sinsabores y señaló que “la palabra precursores se escucha bonito pero también se siente feo porque los precursores muchas veces no somos bien tratados, la labor no se cristalizó porque predominó la burocracia, pero lo que aquí trabajamos fue luego a tomar cuerpo en la construcción de la Constitución de la Ciudad de México, original, la más singular, la más autónoma que se pueda”.
Indicó que lo que querían probar es que puede ser una constitución local completamente diferente a la federal y no se necesitan ser copias al carbón por lo que en Guerrero la semilla está sembrada por su historia y la UAG y su clase política pujante pueden hacer que aquí nazca la cuarta República mexicana.
Por su parte, el rector y presidente del Consejo Universitario, Javier Saldaña Almazán, dijo que la historia contemporánea de México tiene varios renacimientos de cara a los alcances de cambio y transformación.
Dijo que se puede contar el que representó el movimiento estudiantil popular de 1968, pero no fue menor en sus posibilidades constructivas y regenerativas lo que representó el gran movimiento social-político de 1988, y “no nos referimos exclusivamente a lo que implicó la gran batalla nacional por conquistar la presidencia del país desde una gran coalición de fuerzas encabezadas por Cuauhtémoc Cárdenas, sino que fue en realidad un movimiento de grandes vuelos que removió todos los cimientos del país en lo social, en lo político e ideológico y cultural”.
El rector señaló que ese movimiento se venía construyendo desde tiempo atrás en la academia, en la política, en el foro público o en las movilizaciones callejeras, en los planos nacional e internacionales. “En una ruta desde la pujanza e inteligencia política e intelectual de Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas, con el de la energía y capacidad reflexiva y sabiduría de la economista Ifigenia Martínez, se fueron tejiendo estos finos y complejos hilos de la historia que ahora nos permiten contar con valores y hechos positivos, por no decir extraordinarios, en los planos democráticos, culturales y políticos en el gran reto que ahora nos toca asumir de cara a la trasformación profunda de la patria”.
Por la tarde-noche, la senadora Ifigenia Martínez estuvo en el ayuntamiento de Acapulco donde la alcaldesa Adela Román Ocampo le hizo entrega de un reconocimiento, pues dijo que ha sido una gran académica y comprometida con la transformación del país y su entrega a las mejores causas.
Texto: Karina Contreras / Foto: Carlos Alberto Carbajal
 

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