Votarán los mexicanos por impulsos emocionales y otros por el intelecto, dicen científicos de la UNAM

El comportamiento está motivado por las experiencias de cada individuo, así como por su ideología, destaca neurobiólogo.

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27 junio,2018 7:21 am
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Texto: Natalia Vitela/ Agencia Reforma/ Foto: Agencia Reforma
Ciudad de México, 27 de junio de 2018. Las neuronas o “la bilis” definirán el sentido del voto en la sucesión presidencial, coinciden científicos.
Los humanos se dejan llevar por las emociones, lo que los políticos saben y utilizan, indica Federico Bermúdez Rattoni, médico, sicólogo y jefe de Neurociencias del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.
“Muy pocos deciden su voto tras un análisis concienzudo y con la cabeza fría. La emoción mata al intelecto”, afirma.
Bermúdez Rattoni, dedicado a los estudios de la neurobiología del aprendizaje y la memoria, señala que un claro ejemplo de que así funcionan los humanos es el triunfo de Donald Trump, quien avivó el odio hacia los mexicanos, la ira que muchos experimentaban soterradamente, para ganar la simpatía de una buena parte del electorado.
En las próximas elecciones, los mexicanos votarán por quien les caiga mejor o por quien les parezca más atractivo, y esto no implica que sea físicamente agraciado.
“Ser bien parecido puede ayudar, pero no necesariamente es el todo”, dice.
Ahí está el caso de Barack Obama, por quien muchos sintieron una gran empatía y que nada tuvo que ver su físico, agrega.
El científico explica que, en el sistema nervioso central, existen áreas que están particularmente involucradas con las emociones.
Se trata del sistema límbico, responsable de las respuestas emocionales, que activa ante una carga emocional importante.
¡Sufragio adolescente o adulto!
El voto, desde luego, también está motivado por las experiencias de cada individuo, así como por su ideología, precisa Bermúdez Rattoni.
“A través de nuestra vida, algunos se muestran más a la izquierda o más a la derecha por sus experiencias y por sus convicciones”, detalla.
El neurocientífico indica que, en los adolescentes, la corteza cerebral que controla todo el sistema límbico está menos desarrollada; con el paso del tiempo, ésta madura y logra inhibir dicho sistema, por lo que la persona adulta tiene más control.
Eso, aclara, es la diferencia entre ser un adolescente y un adulto. Y puede ser la distinción entre emitir un voto adolescente o un voto adulto.
¡Indecisos, pero reflexivos!
La decisión que los mexicanos tomen el próximo 1 de julio será determinada por el cerebro o “el hígado”, las emociones, expresa Ranulfo Romo, experto en neurofisiología de la percepción del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.
El científico llama a usar el cerebro al sufragar el próximo 1 de julio.
Quizá los electores más reflexivos sean los indecisos, considera Romo, reconocido internacionalmente por descubrir cómo una sensación se transforma en percepción, memoria y, de ahí, en la toma de una decisión.
“No son como los zombis de la elección; aunque lo cierto es que muchos dejarán que otros decidan por ellos”, asevera.
El experto considera que los candidatos tienen buenas intenciones, pero muchos engañan, por lo que los mexicanos requieren un detector de mentiras y éste se obtiene con conocimiento y se desarrolla con previa información.
Miembro del Colegio Nacional, Romo apela a que el electorado se informe antes de emitir su voto.
“Hay que usar al cerebro al fragor de la desesperanza que estamos viviendo. Pido frialdad y conocimiento para tomar una decisión”, dice.
El también miembro extranjero honorario de la Academia de Ciencias y Artes de Estados Unidos señala que algunos votarán por quien sienten menos enojo.
Por supuesto, aclara el científico, mientras se cuente con mayor educación que posibilite el razonamiento, es más fácil sosegar la emoción.
 

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